jueves, 24 de mayo de 2018

XX/XY


Uno suele intentar evitar ver malas películas. Siempre es conveniente informarse para evitar llevarse chascos, pero a veces se falla. La verdad es que esta película venía etiquetada como “Ellos y ellas”, por lo que yo esperaba ver una película de Marlon Brando. Cuando vi salir en pantalla a un jovencísimo Mark Ruffalo, me di cuenta de que no era lo que esperaba, pero bueno, ya que la habíamos empezado, había que acabarla….

XX/XY nos arroja con violencia la vida de unos desbocados universitarios durante los años en que se alejan por primera vez de la supervisión de los papis. Las juergas entre clase y clase son continuas y los jóvenes se frotan con ahínco. Tres de ellos, imbuidos por la desbordante sensación de invulnerabilidad propia del momento, se embarcan en una relación triangular repleta de sexo en la que compiten por ver quién es el menos apegado, el más chulo y arrogante… Obviamente, su orgullo les impide reconocer lo atrapados que están, lo que llevará a situaciones llenas de sarcasmo, comentarios ácidos, momentos (pretendidamente) cómicos y, sobretodo, toneladas de auto-odio y reacciones estúpidas.  

A la película se le notan ganas de transgredir. La actitud inicial de todos los personajes es pura provocación nihilista, pero a la que rascas algo más allá de la superficie se puede comprobar que no hay nada de poso. Los diálogos son de lo más risible y el ritmo entre polvo y polvo no es el más cómodo para mantener el interés de un espectador, mientras se está desarrollando una trama con poco sentido y menos coherencia.

No ayuda tampoco la acartonada actuación de unos protagonistas que no parecen entender qué les pide el director. Entre ellos, destaca un Mark Ruffalo muy incómodo haciendo de chulo malote, en vez de sus buenrolleros personajillos de comedia romántica.

XX/XY supuso el catastrófico debut en la dirección de Austin Chick -marido de Morena Baccarin- que naufraga con una sucia puesta en escena en la que los micrófonos asoman por los rincones del encuadre en repetidas ocasiones. Tardó seis años en tener otra ocasión de ponerse tras las cámaras después de su fallida opera prima, pero los resultados no fueron precisamente mejores (aunque fue premiado por Sundance el año en que su mujer era jurado).

En fin, al final me puse una película realmente mala. Fastidia especialmente encontrar tantas pretensiones de ser molona y rompedora sin llegar siquiera a interesante. Si habéis llegado hasta aquí, mi consejo es que no la veáis, seguro que encontráis algo mejor que hacer.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 5.5

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