lunes, 31 de julio de 2017

Solo en casa 2

Hace poco estábamos comentando con unos amigos sobre las llamadas películas estacionales: Aquellas que se ven en una fecha determinada, ya sea el veranito, Semana Santa o Navidad. En el caso de la película de hoy, se trata de mi entretenimiento navideño por excelencia. Cae casi cada año y se trata de, probablemente, la película que más veces he visto en mi vida. Recuerdo cuando tenía 8-9 años y me la ponía en bucle con mi VHS, jugando a imaginar que haría en la misma situación de Kevin.

La decisión de  Chris Columbus al acometer la secuela del inesperado éxito Solo en casa fue de lo más inusual. En vez de alargar la historia, decidió hacer un remake en toda regla. Con mucho más presupuesto, más largo y más grande, en una localización con más clase… pero repitiendo paso por paso el argumento y la mitad de los diálogos. Hay que reconocer que nadie hubiera apostado por ello.

Así pues, el pequeño Kevin vuelve a intentar pasar las vacaciones navideñas con su familia, perdiéndose en el camino y acabando en la amenazadora Nueva York. Casualidades de la vida, los dos ladrones a los que apaleó el año anterior han escapado de la cárcel y quieren dar un golpe en una gran juguetería. Naturalmente, será el pequeño Kevin el que desbaratará su malvado plan durante la noche de Navidad.

¿Qué ha cambiado? Nueva York. Repite el director, el guionista, los actores principales, el equipo técnico… Además del escenario, la principal (o única) diferencia es que se cuenta con mucho más presupuesto, ¡llegando a poner en pantalla a un futuro presidente de los Estados Unidos y todo! También se aprovecha del éxito previo, claro. Se sabe qué es lo que funciona y lo qué no, haciendo las cosas con ganas y cariño. El resultado es una película más divertida y gamberra, con unos toques de ingenio algo puñeteril.


No vamos a negar que la prodigiosa ingeniería de putadas se repite, con algunos gags calcados incluso, pero todavía no llega a cansar. El humor es muy blanco, muy físico y facilón, pero es imposible no descacharrarse con el compendio de trompazos que se llevan los malos malosos. Sorprende a veces la mala idea que despliega el pérfido niñito angelical que se ha vuelto a perder sin su familia.

Otro de los detalles que hemos de destacar es la sorprendente química que desprenden los tres protagonistas: Kevin McCallister se convirtió en un personaje indisociable de Macaulay Culkin (especialmente tras la nula carrera posterior del actor), totalmente generacional e inolvidable para el que viera sus correrías con la edad adecuada. Por su parte, los “Cacos Pegajosos” Joe Pesci y Daniel Stern dan el contrapunto histriónico perfecto para hacer las delicias del espectador. ¡Da gusto cuando actores de calidad se implican en una propuesta así! ¡Si es que incluso el cargante Tim Curry me cae bien en esta película!

 En cuanto a la situación de Kevin… ¡Oh, qué fascinación me provocaba esta película de pequeño! Estar separado, por unos días de tu familia, con una libertad absoluta para hacer lo que quisiera sin que me pudieran controlar “¡Mi familia está en Florida y yo en Nueva York!...mmm… Mi familia está en Florida y yo en Nueva York...” Todo un placer culpable ^^

Solo en casa 2 hace bueno el dicho de “Más grande, más largo y sin cortes”. Apenas enseña nada que no hubiéramos visto previamente, provocando un gigantesco deja vu, pero supera con tanta holgura a su predecesora  que no podemos sino disfrutarla con cariño. Es una película que me transmite muy buen rollito,  evocando épocas felices de mi vida. Por ello, gusto de revisitarla al menos una vez al año. Risas e ingeniosas aventuras para toda la familia, como debe hacer la típica happy movie navideña.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 5.2

viernes, 21 de julio de 2017

Solo una gota de sangre (Carmen García Fresca)

La ventaja de haber ganado la cesta’13 (113 libros casi al azar) es que me permite/obliga a leer cosas a las que probablemente nunca me hubiera acercado. Es el caso de este libro, de una factura casi artesanal, probablemente autoeditado.

Título: Solo una gota de sangre
Autor: Carmen García Fresca

“Solo una gota de sangre” es la primera parte de la autobiografía de Carmen García Fresca (abuela de una amiga, por cierto). En él se nos cuentan las andanzas infantiles de una pequeña en los difíciles años de la posguerra, desde que van de aquí para allá (su padre tenía relaciones algo peregrinas con el bando perdedor) hasta que consiguen establecerse en una pequeña ciudad de Castilla.

Carmen explica su vida desde su punto de vista, en este caso el de una niña de 6 a 12 años de edad. Una época en la que no hay vencedores ni vencidos. Tampoco intenta mostrar un retrato realista de la época, es más bien una especie de compendio de pequeñas anécdotas y recuerdos de una infancia feliz en una época dura para muchos. No tiene una historia como tal, pues va dando saltitos de aquí para allá, picoteando mini-historias de 2-3 páginas con la trascendencia que tienen las pequeñas cosas para una niña de 10 años.

Me sorprendí enormemente al descubrir la ternura que me inspiraba este libro. No destaca por su imbricada prosa ni por tener un protagonista carismático, pero conectó a perfección con mis recuerdos de los veranos pasados en el pueblo sin nada más que hacer que dejar pasar el tiempo, esperando descubrir un nuevo rinconcito que no conociera o ver las aventuras que me deparaba el día. Era leerlo y tener la sensación de estar con mi abuelito cerca del fuego, explicando historias de cuando era pequeño y la vida más simple: Entrar en huertos ajenos para conseguir algo de fruta, las peleas para entrar en calor, las primeras amistades, las excuriones por el río, los profesores y sus abusos…

Evidentemente, Solo una gota de sangre no es un libro que se pueda leer con exigencias ni del que se pueda hacer una reseña del modo habitual. Más bien es un pequeño divertimento con el que enternecerse y recordar tiempos pasados con el toque melancólico que produce la nostalgia. Si habéis pasado vuestra infancia en pequeños pueblos (castellanos o no), o tenéis frescas las historias de vuestros mayores, seguro que consigue sacaros una lagrimita de cariño.

El libro acaba cuando la protagonista tiene 12 años de edad, momento en la que su familia se traslada a otra ciudad. La mudanza provoca un cambio radical en su vida, que se cuenta en la segunda parte de la historia “Años de una vida joven”, que también tengo por casa y se leerá en algún momento.


Carmen, muchas gracias por el buen rato que me ha hecho pasar tu libro. Y gracias Ana (la Rana) por pasármelo. 

lunes, 3 de julio de 2017

Rogue One (Una historia de La Guerra de las Galaxias)

Ya se que no acaban de ser horas, que han pasado muchos meses y tal, pero ya tocaba que tuviera tiempo para ponerme con la película (ejem ejem) más esperada del año pasado.


Parece que se estabiliza el concepto de entrega anual de la franquicia Star Wars. Cuando se planteó Rogue One después del remake encubierto que fue el Episodio VII, mucha gente quedó desconcertada: Rogue One no iba a ser el Episodio VIII sino una historia independiente dentro del mismo universo. Para que nos entendamos, Universo Expandido en película y “canon” (hasta que lo vuelvan a cambiar, claro). En este caso, Rogue One se sitúa entre los episodios III y IV, viniendo a funcionar un poco como si fuera un Episodio 3.8.

En efecto, nos cuenta la historia de cómo los rebeldes consiguieron los planos de la Estrella de la Muerte, a los que se hacía referencia en la película de 1978. Se relaciona además con la serie de animación de Star Wars: Rebels, por lo que hay personajes ya conocidos por los fans (aunque no tanto por el gran público). Sin embargo, al estar fuera de la Saga como tal mantiene cierta independencia, lo que se vendió que se iba a usar para explorar aspectos que no tendrían cabida en la epopeya galáctica.
  

Nos encontramos con una ambientación muy sombría si la comparamos con los cánones habituales: Los buenos no son TAN bueno como estamos acostumbrados (aunque me repito: HAN DISPARÓ PRIMERO, HAN ES UNA MALA PERSONA, TIENE LA GRACIA QUE LUCHA A FAVOR DE LOS BUENOS Y YA), está protagonizada por unos auténticos Don Nadies en un follón que les viene grande, deben aportar su granito de arena pero su importancia es nimia dentro del Universo; tampoco hay Jedis “de verdad” (después de todo, son unos mierdecillas, un Jedi les daría demasiado caché) y, finalmente, se opta por una acción mucho más seca, más visceral y menos acrobática de lo habitual, especialmente en el giro hacia el género bélico en su hora final. Bien podríamos hallarnos ante cualquier película sobre la guerra de Vietnam… pero con AT-ATs y blásters por medio. Estoy seguro que muchos alucinaron al alejarse de las amables aventuras que siempre habíamos visto en la saga.

Con tantas diferencias, ¿seguimos estando dentro del Universo de Star Wars? Pues vaya que sí. Eso no se lo vamos a negar. El foco se pone en un puñado de planetas que no hemos visitado nunca, pero se siente en todo momento la ominosa presencia de un Imperio que, cada vez más, pone bajo su yugo a todo ser viviente de la galaxia.  La arquitectura es distintiva, diferente a lo acostumbrado, pero no por ello deja de ser reconocible como Star Wars (algo que en Episodio I no se notaba demasiado, por ejemplo). Además, los creadores han diseminado aquí y allá un puñado bien grande de guiñitos, preparados con (más o menos) gracia para que el fan dedicado pueda entretenerse reconociéndolos, no sólo de la serie antes mencionada sino de toda la franquicia como tal.

Después de todo, el público afin a la franquicia no pide más que dos cosas: Un material con el que soñar y diversión. Eso es básicamente lo que interesa y es lo que Rogue One proporciona. A nadie que vea esta película le interesará encontrar una reflexión sesuda sobre el futuro de la humanidad. Quiere tiros, sables láser, Darth Vader siendo el p*to amo…Con tanto entretenimiento se perdonan errores como un inicio caótico y apelotonado, con evidentes faltas de montaje, además de unas cuantas incoherencias de guión un tanto peculiares. No es una película que pida ser exigente y no vamos a ponernos muy puntillosos con ella, ¿no? A destacar el -probablemente deliberado- cutrísimo discurso pre-batalla final (el peor desde Pacific Rim xD).

Por otro lado, la elección de los actores trajo su cierta dosis de polémica. Se escogió un elenco muy multirracial, con presencia de féminas y gente de todos lados, lo que trajo consigo cierto ruido -aunque no tan espectacular como en Las Cazafantasmas-. El correcto trabajo de todos los implicados -tampoco es que el guión sea muy exigente- y el buen rollito que siempre transmite la saga contribuyó a que estas polémicas se diluyeran un poco, consiguiendo que la gente se limitase a disfrutar y no a apretar fuerte los puñitos porque el protagonista no fuera un SeñorTM.

Rogue One tiene sus errores y sus defectos (bastantes), pero en conjunto no es ni más ni menos que lo que quiere ser: una historia menor dentro de la franquicia, que sabe ser entretenida con ganas mientras se acerca al género bélico sin salir de la saga galáctica. Con vocación de relleno, funciona perfectamente para satisfacer al fan mientras espera a que el Episodio VIII llegue estas Navidades. Yo no es que me vaya a oponer mucho a que hagan películas de relleno, si les siguen saliendo así de entretenidas…

Nota: 6

Nota filmaffinity: 7.0