miércoles, 29 de junio de 2016

Le seguían llamando Trinidad



Después de la desaparición de nuestro querido Bud Spencer apetecía recordar algunas de sus películas. Como “Le llamaban Trinidad” me había dejado un estupendo recuerdo, decidí atacar su segunda parte, esperando echarme unas pocas risas a base de trompadas y nostalgia.  

En Le seguían llamando Trinidad continuamos siguiendo las nuevas desventuras de este improbable par de hermanos, Trinidad –la mano izquierda del diablo- y el Niño –la mano derecha del diablo-. Entre mamporrazos gratuitos, puñetazos en el cráneo, cazuelas de habichuelas y un muy reducido sentido del ridículo, conoceremos a su familia, veremos sus artes para ligar, cómo se lavan, sus atentados contra la ley y sus esfuerzos por protegerla.

El mayor problema se haya en unos dilatadísimos 127 minutos que no guardan una historia coherente, sino que se componen de un puñado de gags inconexos de diversa calidad. Algunos son realmente ingeniosos –los bandoleros del desierto-, otros rompen cualquier posible detector de molabilidad –la partida de póker- pero la mayoría se acercan peligrosamente a la vergüenza ajena –la familia, las escenas de ligoteo, la pelea final-. Es evidente que el exitazo de la película anterior iba a provocar una secuela instantánea (menos de 9 meses después) pero el intento de ¡más grande, más largo, sin cortes! se les ha ido por todos lados. No hay argumento para noventa minutos y nos vamos a más de dos horas.

Realizado con una total falta de reflexión, este subproducto de un subproducto recoge todas aquellas cosas que habían funcionado de su predecesora y lo han estropeado, componiendo un engendro de una calidad muy inferior a la habitual del sub-género de películas de tortazos Hill&Spencer. Las sonrojantes actuaciones no ayudan a hacer pasar las dos horas de metraje, aunque tampoco es que se esperara un gran trabajo desde este punto de vista.

Aunque contiene un par de gags punzantes y desternillantes, el conjunto es de lo más flojo, sin rastro del aroma paródico y cachondo de su predecesora. Una peli mala que intenta ser molona… y se queda en mala.

Nota: 2
Nota filmaffinity: 5.9

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