jueves, 31 de julio de 2014

Tokarev

Últimamente parece que las colecciono, pero ¡otra película de venganzas! Eso sí, nada que ver. Ésta es una película que si no fuera porque el protagonista es Nicholas Cage y es famosete que si no se habría ido directamente al mercado en vídeo con toda justicia.


Nicholas Cage es un exmafioso retirado (¡) que ha prosperado como empresario de éxito (¡!), se ha convertido en un personaje respetado por la sociedad (¡!!) y vive feliz con su familia. Una noche, su hija es secuestrada por unos encapuchados, apareciendo muerta poco después. Aunque la policía parece estar haciendo su trabajo, Cage vive consumido por la rabia y decide unir a su antigua banda para hacer justicia por su cuenta. Entrando como un elefante en una cacharrería, arrasará con todo lo que encuentre para castigar a los asesinos de su hija.

A pesar de lo forzado de su planteamiento, lo único salvable de la película es su guión. Sí, visita todos los tópicos del género y goza de una buena cantidad de diálogos puerilmente chulescos, pero se desarrolla sin errores de bulto y consigue cerrar la película con un desenlace lógico, sin incoherencias. Sigue la norma bronsiana con esmero, se revientan bastantes cabezas y contiene la suficiente cantidad de lugares comunes para convertirse en trivialmente previsible. Podría ser mejor  (mucho), pero por lo menos no es catastrófico.


La sensación que deja es que la película discurriría inadvertidamente por los videoclubs y las películas de domingo tarde de Antena3 sino fuera porque su protagonista aumenta su notoriedad. No obstante, habría que preguntarse para que se necesita que Cage (a lo Steven Seagal pero con peor peinado) haga una actuación histriónica candidata y favorita a los Razzies de este año. De la misma manera, el resto del elenco no se queda atrás y queda a gusto con papeles que parecen sacados de una película porno. No sé si es que el director no sabe sacarles nada, o es que ellos se esfuerzan tan poco por la película que deja un resultado muy pasotista. Decir planos es ser generosos con ellos.

Pero es que la dirección no es mejor. Es difícil con qué quedarse. Se agradece que el ritmo con el que se reparten goles sin ton ni son sea movido, pero la combinación de cámara lenta con baile de San Vito y música pseudo-sentimental no queda bien en las escenas de acción. La banda sonora destaca por lo mal escogida que está, los puñetazos pasan a más de un palmo de las caras, las puñaladas se hacen sin rastro de sangre y algunos mensajes se lanzan con una obviedad que asusta (la manera tan sutil de decirnos que el malo es ruso es verdaderamente de traca).  Además, las sosas coreografías de tiros vienen acompañadas por errores de continuidad de bulto, con unas cuantas teleportaciones a lo largo de la escena.


De lo peor que he visto en los últimos meses, con bastante diferencia. Porque las concesiones ''badass'' no cunden como debieran, porque el desarrollo de la historia aburre y no calibra nada bien un impacto emocional que se queda igualmente en chiste, el peinado de Nicholas no se salva de ninguna manera...Si vas al cine, oye, seguro que hay opciones mejores.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 4.1

Crítica publicada previamente en Cinéfagos


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