sábado, 22 de febrero de 2014

Las brujas de Zugarramurdi



Dia torrencial. Domingo por la tarde. Nada que hacer. Ponen una película española (en castellano!) en el cine. A verla, casi sin mirar. ¿De la Iglesia? Mejor, supongo.

Dos parados algo desesperados ven en el atraco a una joyería la oportunidad de arreglar sus vidas. En su desastrosa huída, acaban en el pueblo de Zugarramurdi, dónde un aire siniestro les avisa: Hay brujas sueltas…

Decir que la película es un esperpento, es poco. De la Iglesia ha vuelto a la absurdez y la locura de sus primeras películas, pero con un presupuesto bastante más abultado. Que el argumento sea un tanto endeble, a veces es incluso perdonable.

ACTORES: Me encuentro sorprendido viendo a Mario Casas hacer un buen papel. Vale, hace de cani, por lo que apenas tiene que actuar, pero le queda bien. A su lado, Hugo Silva hace su trabajo con corrección y lleva el protagonismo de la película. Protagonismo del que deberían disfrutar más las siempre geniales Carmen Maura y Terele Pávez. Carolina Bang, esto… bueno, es la mujer del director y está muy buena, no hay que añadir mucho más…

DIRECTOR: A los que han visto la ya larga filmografía de Álex de la iglesia, ya sabrán que es un hombre con una imaginación especial y desbordante, siempre dado a la exageración. El disparate que es esta película es una buena muestra de ello. Desde el sorprendente atraco inicial (de las mejores secuencias que he visto en un director español en unos cuantos años) hasta el esperpéntico desenlace, las imágenes son pura marca de la casa.
Sí, el inicio es una pasada, ni el atraco ni la huida tienen desperdicio. Sin embargo, una vez llegan a Zugarramurdi, la cosa flojea un poco más. La desbordante imaginería se mezcla con una atmósfera muy trabajada y una muy buena banda sonora, pero a la historia se le va demasiado la olla y pierde ritmo y gracia. De la Iglesia parece querer llenar los baches de ritmo narrativo con un montaje frenético para no dejarte descansar. Las escenas, aunque bien rodadas, pierden el sentido hasta llegar a un clímax aquelárrico muy bien rodado (excepto una ridícula pelea) en el que cualquier cosa es posible.
Es una película con un presupuesto inusual en este país, y vaya si se nota. Maquillaje, escenarios, efectos especiales… Exprimidito al máximo para crear un ambiente malsano más que bien conseguido. El desparrame habitual se junta con un tema muy sugerente para hacer una película muy diferente a las demás, con un humor muy salvaje bastante divertido y un inicio arrollador, lástima que el guión no esté a la altura.

GUIÓN: Principalmente éste es el problema de la película. Una vez planteada la trama, todo se pierde en una sucesión de escenas con poco sentido, personajes forzados (qué sentido tiene el de Carolina Bang, por ejemplo) y un final que no hay quién cuadre de ninguna manera. Por momentos la película es caótica, no sabiendo por dónde quiere ir...comedia, terror, drama, romance. En cuanto se consigue un momento de tensión y llegas a tomarte en serio las brujas, sueltan algún gag ridículo digno de la serie Aída y fusilan el momento.

Las películas de De la Iglesia son como las lentejas, o las tomas o las dejas. Al que le gusta, le encantan, y al que no, las odia. En este caso tenemos una historia que bien haber podrían haber firmado Pajares y Esteso envuelta en la siempre sugerente atmósfera y mezcla de géneros que sabe dar este director. Preciosa y con escenas espectaculares, pero no deja de ser Binguera…

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.9

miércoles, 19 de febrero de 2014

Indiana Jones y la Última cruzada

Y ya puestos que estamos enfrascados con Indiana Jones… Será cuestión de ver la película más redonda del pack, ¿no? El Dr. Jones ha vuelto a por El Santo Grial. La reliquia de las reliquias. El mejor McGuffin del cine de aventuras. El objeto por el que Arturo tiene epopeyas enteras. El mito que ha despertado la imaginación de generaciones enteras. Esto va a molar, sin duda.

Vuelve Indy convertido en el intrépido aventurero que todos conocemos. Después de descubrir cómo Henry Jones Jr. se convirtió en Indiana, nos enteramos de que Indy deberá viajar a Venecia para ir tras la búsqueda de su padre, desaparecido cuando parecía tener pistas sobre el paradero del Santo Grial. A partir de ahí, empezará una espectacular aventura a través de Europa para conseguir el Grial antes que los nazis.

Indy llega con su aventura más redonda. La volví a ver junto a alguien que no la había visto nunca (si, aún hay gente que no la ha visto) y eso me ha permitido re-descubrir porqué la Última Cruzada es la película que es. He podido ver las reacciones de alguien que descubría por primera vez los engranajes de una aventura perfectamente engrasada donde todo fluye a la perfección. Desde la búsqueda de la Cruz de Coronado hasta el templo de Alexandretta, pasando por la persecución de lanchas en Venecia, el sidecar de Buchwald, el dirigible de Berlin o el tanque de El Cairo, la perfecta sucesión de escenas nos brinda dos horas de pura diversión, golpes de efecto y entretenimiento. Cada gesto de asombro y de diversión (y hay un MONTÓN) me ha encantado y me ha ayudado a paladear porqué me gusta tanto esta película.

ACTORES: Al carisma de Harrison Ford haciendo de Indy se le suma la majestuosidad de Sean Connery, cuyo Henry Jones Sr. rebosa atractivo y buena química con su “hijo”. La inclusión de su padre resta protagonismo a la “pareja femenina”, pero el buen humor que destilan ambos mejora cualquier compañera que le hubieran podido meter. Se agradece además el retorno de los secundarios que más gancho habían tenido en las primeras películas, que no hacen más que redondear el conjunto.

DIRECTOR: El equilibro entre acción, comedia y aventura se maneja de una manera sólo al alcance de unos pocos directores. Por suerte para todos, Spielberg es de los buenos. La imaginería ya está creada, ahora sólo es cuestión de usarla a la perfección, rodearla de una buena historia y buenos actores para mantenerte a la expectativa y con un continuo asombro durante dos horas. La exótica ambientación está realizada con el cuidado marca de la casa de Spielberg. La biblioteca de Venecia, el castillo alemán (y las sillas), Berlín, Jordania… y un Templo del Grial simplemente alucinante.
Es sorprendente como una simple escena de acción es capaz de sorprender tanto en su desarrollo. El ritmo es vivísimo, pura agilidad al servicio de un guión bien trazado y un humor muy bien encontrado. Ya sea en un tren, en una moto, en una avioneta o en un tanque, Spielberg realiza un trabajo soberbio escena a escena. La Banda Sonora de la película se puede resumir en tres adjetivos: portentonsa, poderosa, magnífica. John Williams llena la película de bellísimas melodías llenas de fuerza y pasión, de evocadores temas que trasladan a países exóticos y tiempos más antiguos. Conjuga estupendamente diversión, romance y acción, sin dejar de lado la magia y la fantasía. Momentos como la curación del Dr. Henry Jones no serían lo mismo sin la BSO de Williams.
Pero lo mejor sin duda, donde Indiana Jones lo da todo, donde Indiana Jones está soberbio, es en el final, en su camino hacia el Grial a través de tres pruebas antológicas. Lo mejor de toda la saga. Vibrante, emotivo, místico y, para rematar, donde el personaje del doctor Jones es, quizá por primera vez, no un super héroe, ni siquiera un héroe, ni un aventurero: es un hombre que se enfrenta a sí mismo. El desenlace. Épico. Lo mejor de la saga.

GUIÓN: Para cerrar la trilogía, Spielberg tomó una historia sólida, con miles de detalles puestos en el lugar adecuado y unos diálogos tan rápidos como desternillantes, adornados con quiebros de acción y envites humorísticos equilibrados de manera imposible. Los puzles que envuelven la película tienen la complejidad exacta para intrigarnos sin confundirnos. Las situaciones planteadas son de una variedad sorprendente, todas ellas perfectamente entrelazadas.

-          El prólogo de Coronado
-          El propio epílogo del prólogo (toma ya)
-          La X marca el lugar
-          La tumba del Caballero
-          Los canales de Venecia
-          Los tapices
-          El mechero
-          El jarrón no era Chino
-          El sidecar
-          Berlín (toma otra dosis de huevos)
-          El dirigible
-          La avioneta
-          La playa de las gaviotas
-          El tanque (acaso se puede hacer mejor?)
-          Solo el penitente pasará
-          El nombre de Dios
-          El (maldito) salto del León
-          El Grial

TODO

La última Cruzada es el paradigma de todo lo que representa esta saga: humor inteligente y despierto; aventura a raudales pero perfectamente bien combinada; una historia sólida y atrayente; y la búsqueda desesperada de un objeto arqueológico que es mucho más que un objeto material. ¿El resultado? Una película mítica.

Nota: 10
Nota filmaffinity: 7.8

lunes, 17 de febrero de 2014

Indiana Jones y el Templo Maldito

Después del exitazo que había sido En busca del Arca Perdida, no iba a pasar mucho tiempo para ver una segunda parte de las aventuras de Indy. En vez de repetir esquemas, Spielberg mantiene al personaje principal y lo mete en una historia completamente diferente, distanciándose mucho de la primera parte. Esta película se aleja de la idea original del famoso arqueólogo, de su universidad y de todo lo que tiene que ver con su vida personal porque, en esta ocasión, Indy anda perdido en algún remoto lugar de Asia, acompañado de un niño amigo suyo y de una bailarina tiquismiquis.


Situada ANTES que En busca del Arca Perdida, la película se olvida de nazis, misiones y excavaciones. Más que un arqueólogo, parece que tenemos un James Bond metido a aventurero. La historia empieza con una aventura casi de espías de la que Indy sale airoso sólo para meterse en una más bestia, acabando en un poblado indio. Allí decidirá ayudar a los indígenas a recuperar a sus niños, secuestrados por un cruel maharajá bajo cuyo palacio se encuentra el Templo Maldito del título.

Spielberg se aleja bastante de las aventuras y el misticismo para meternos una película de acción muy bien coreografiada.  El inicio en Shanghai llenaría de orgullo a cualquier director de James Bond. A partir de allí, sorprende lo diferente que es de su predecesora. Aunque parece que todo sucede un poco demasiado “porque sí”, sigue manteniendo esas escenas marca de la casa.

ACTORES: Harrison Ford vuelve a bordar al hombre del Sombrero. Poco más se le puede pedir. Sabe incluso ser oscuro cuando es poseído por el mal (aunque es un gustazo cuando atiza a Tapón). La intrépida Marion es sustituida por la cursi Willie Scott, que no tiene otro honor que ser la mujer de Spielberg. Data se transforma en un mucho más repelente Tapón, al que da ganas de atizar durante la mitad de la película. Lástima de secundarios repelentes que le quitan química a la película.

DIRECTOR: A Spielberg se le da bien entretener a la par que contar historias y aquí lo demuestra una vez más. Pasadizos secretos, tiroteos en el Obi Wan, una mina escondida, sesos de mono en el menú y recuperar los ídolos que protegen a un poblado, poco más necesita Spielberg para volver a encandilarnos. No obstante, a pesar de un inicio brutal, la película tiene bastantes altibajos y pocas escenas míticas. Eso sí, las que hay, son grandiosas; las carreras de vagonetas, la pelea en el puente, el banquete o el trago de sangre son marca de la casa. Spielberg le da una vuelta de tuerca más oscura al personaje y hace una buena película de acción con uno de los mejores malos que he visto en una película “para toda la familia”.  Y es que, la verdad, acojona y mucho pensar en una turba de hindúes zombis liderados por un tío que se dedica a arrancar corazones del cuajo. Y el maldito niño príncipe con toda su calma pasando del tema. Comparado con la primera película, Spielberg y Lucas tienen más medios a su disposición y, vamos, se nota. Los efectos especiales y los escenarios están muy, pero que muy trabajados (Oscar incluido). John Williams pone la partitura, con grandísimas piezas que prácticamente no dejan de sonar en todo el metraje y se encarga de sostener buena parte del peso donde el argumento o la acción no son suficientes.  Especialmente destacables son el número musical del comienzo y la llamada "marcha de los esclavos", una música que acompaña a una de las mejores partes del film, que es la pelea en las minas.

GUIÓN: Chascarrillos, humor y una historia bien llevada. Jones está más desatado que nunca y se cree mucho más el papel de súper-héroe invulnerable seductor de damas.  No obstante, tiene ciertos problemas de ritmo –desde que bajan en barca hasta que encuentran el pasadizo, sobrevive a base de chistes, no de historia- y la misión, aparte ser “encontrada” en vez de “encomendada”, es algo más simplona y, claro, esto le quita gracia a la cosa. La película se aguanta (y muy bien) a base de acción y carisma, lo que le reduce calidad y provoca que sea la inferior de la saga.


Puntualicemos, puede ser la peor película de la saga en términos generales (y, de hecho, lo es), tal vez los decorados acaben siendo demasiado tétricos y oscuros, la violencia puede estar más presente, y el guión ser más simplón... pero, objetivamente, es imprescindible y mucho más que digna. Me resulta difícil creer que a alguien al que le gustó la primera parte no le guste esta.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 7.4
  

Los medios y la calidad de Spielberg en el despliegue fueron premiados con un merecido Oscar a “mejores efectos visuales”. El trabajo de John Williams se llevó una nominación, que no es poco. 

jueves, 13 de febrero de 2014

Guardia de Honor (Dan Abnett)

Después de la apoteósica Necropolis, llega el turno a la cuarta entrega de los Fantasmas de Tanith. Lamentablemente, es imposible mantener el nivelazo desplegado en la entrega anterior…

Título: Guardia de Honor
Autor: Dan Abnett
Título original: Honor Guard

“El Comisario Gaunt y sus fantasmas vuelven al frente de batalla en un mundo-santuario de vital importancia táctica y espiritual. Pero las envilecidas fuerzas del mal no van a dejarles saborear la victoria durante mucho tiempo. En mitad de un feroz contraataque, Gaunt es enviado a recuperar la reliquia más preciada de todas, los restos de la antigua Santa que abrió el camino de la Humanidad a las estrellas. “

Después de la destrucción de la Colmena Verghast, la cruzada sigue. Los Fantasmas se han nutrido de muchos supervivientes de la Colmena y tanto recién llegado provoca tensiones entre ambos grupos. Los Vergashtistas y los Tanith no acaban de llevarse bien, pero deben volver a entrar en combate y ganar las batallas que se les presenten, por su bien. En el mundo sagrado de Hagia se halla la más Santa de las tumbas, pero el Archienemigo ha tomado el planeta. Los Fantasmas deberán emprender una misión casi suicida para recuperar sus restos y así poder evacuarlos.
El libro se halla dividido en tres partes muy diferenciadas. Al principio, asistimos a la primera entrada en batalla de los Fantasmas después de las nuevas incorporaciones: falta de coordinación, tensión entre escuadras… No es el mejor ambiente para una feroz batalla en inferioridad numérica. Posteriormente, la acción se divide entre el devenir de la misión de los Fantasmas y las vicisitudes del Carro de los heridos, dónde están los Fantasmas lastimados en la acción anterior. Ambas tramas se van intercambiando a lo largo de las páginas, con contrapuntos bastante bien conseguidos. El estilo rápido y ágil se mantiene, aunque con más bajones de ritmo provocados por la falta de fuerza de la trama.

Una cosa que ha de quedar clara es que los Fantasmas iban a ser únicamente tres libros y, debido al éxito que tuvo en la franquicia, la editorial decidió ampliar la saga (con cuatro libros más). Es necesario reabrir todas las historias y esto fuerza la aparición de un libro menor, introductorio, para todo lo que tiene que venir. En efecto, es Guardia de Honor, con todo lo que ello conlleva.

La primera vez que lo leí, el libro me decepcionó mucho. Después del subidón épico que suponía el final de Necropolis, un libro tan derrotista y desolador como éste me sentó bastante mal. Me costó aceptar que los Fantasmas lo pasaran mal y recibieran estopa de la buena. Además, de que el tono pesimista que envuelve toda la narración no ayudaba a que quisiera leerlo. En esta segunda relectura el libro me ha gustado más (aunque me sigue pareciendo flojo), igual al conocer más la saga en su conjunto o entender mejor las “políticas de guerra” que cuando lo leí por primera vez me han ayudado a comprender mejor qué ocurre en cada momento del libro.
A los numerosos personajes que ya conocíamos (de los que ya van quedando menos), se les unen los recién reclutados en Verghast. Muchos ya habían salido en Necropolis y hace ilusión volverlos a encontrar.
En este libro vemos a un Comisario Gaunt más desolado y descolocado que nunca. Es la primera vez que, habiendo hecho todo a la perfección, ha fracasado. Su rectitud y seguridad parecen haber desaparecido. Está perdiendo el control, lo que redunda en más decisiones impetuosas y pérdidas innecesarias. Emprende la misión con cierto aire suicida como un último intento de redención, pero parece incapaz de seguir adelante cuando antes nunca dudaba en arriesgar.
Para ayudarle con la disciplina (y porque no se fían de él), los altos mandos designan al Comisario Hark que lo acompañe. Éste es un comisario a la antigua usanza, de gatillo rápido y maneras brutales, que rápidamente chocará con el informal estilo practicado por Gaunt. Ambos creen estar seguros de su manera de disciplinar y no cejarán en su empeño de imponerla.
Aparecen también dos personajes que tendrán mucha importancia para los Fantasmas. El optimista y puñetero Ayatani Zweil, un viejo sacerdote curtido por la vida que se une al ejército para dar apoyo espiritual sorprende a todos con una visión especialmente cínica de la vida aportará un toque de humor negro a la historia, siempre con una mala leche muy bien buscada. El otro personaje es el Soldado Elijah Cuu, un pandillero de Verghast con reputación de asesino que se ha unido a los Fantasmas. Es quizás la incorporación con más talento para la batalla entre los nuevos reclutas. Es insuperable en cuerpo a cuerpo, tirador certero, astuto y un experto en incursiones, pero también cruel y depravado. Se ha unido a los Fantasmas para escapar de asuntos algo turbios en la Colmena y disfruta de un desarrollado amor por el sufrimiento gratuito que lo convierte en una compañía muy incómoda (aunque luche a favor de la humanidad).
Alrededor de ellos, el coral grupo que son los Fantasmas: los valientes gigantones Corbec y Bragg, el malintencionado Rawne, los carismáticos Kolea, Soric, Varl… Y las recién llegadas Banda y Nessa, que revolucionarán un poco el ambiente al unirse a los francotiradores del regimiento (muy a pesar del inestable Larkin). En total, unos cuarenta personajes con carácter y personalidad que dotan a la acción de mucha frescura y variedad.

El libro se enfrenta a dos graves problemas: la acción y la trama.

Para paliar el bajón que supone el cambio de escenarios y para intentar aportar algo nuevo, Abnett introduce las luchas de blindados. No se puede negar que están trabajadas, pero se encuentran muy faltas de dinamismo y gracia. Las luchas de tanques no son lo mismo que una incursión en la sombra o un asedio. Las escenas de acción “humana” se ven muy reducidas y no acaban de llenar lo que deberían.
De la misma manera, el detonante de la acción en el libro está forzado. Abnett quiere hacérselo pasar mal a los Fantasmas mientras éstos siguen siendo los héroes y no acaba de funcionar. El recurso usado no acaba de ser coherente con lo que habíamos visto hasta ahora y deja un regusto amargo que acompaña toda la novela. No obstante, al avanzar la saga queda más explicado y entendible (Abnett lo arregla un poco en los libros siguientes, vamos). Después de todo, en el libro no acaba de quedar clara la necesidad de llevar a cabo la misión ni porqué Gaunt debe de ser el encargado de llevarla a cabo. Además, todo lo que ocurre con el Carro de los Heridos y el desenlace es un poco más patillero de lo normal y, claro, no queda bien

Es todo un bajón después de tres libros magníficos pues ni la trama ni la acción acompañan a estos carismáticos personajes. Entiendo que hay que reabrir la historia, pero Abnett sabe hacer estas cosas mejor. Parece estar hecho con desgana y esto se acaba notando. Es bastante flojito, pero se hace necesario para continuar con el resto de la saga.

Nota: 4
Nota anobii: 3.5/5

domingo, 9 de febrero de 2014

Usted puede ser un asesino


Esa sensación extraña, cuando crees que vas a ver una película concreta y te encuentras un film español de los sesenta. Pasado el primer pasmo, repasas los nombres y ves a José María Forqué, José Luis López Vázquez, Amparo Soler Leal...vamos, los principales de la época, a ver si no está tan mal esto…
 


Ricardo y Enrique son dos casados que viven en París. En vísperas de Navidad envían a sus respectivas fuera mientras ellos se quedan en casa “trabajando”. Obviamente, lo que quieren es “trabajarse” a unas señoritas que cobran bien. Las cosas se tuercen cuando se presenta el Sr. Dupont para chantajearlos. Mientras tanto, las mujeres descubren que han olvidado la llave del chalet donde iban. A partir de ahí se desata el vodevil y el enredo está asegurado, con muertos por medio y muchas dosis de mala leche (nunca mejor dicho).

El cine español de los sesenta se encuentra muy vilipendiado. Sin embargo, si nos ponemos  a rascar, podemos encontrar un buen puñado de obras de arte. Atraco a las 3, El verdugo, La gran familia o El pisito son buenas muestras de ello. Usted puede ser un asesino está obviamente por debajo de estas preciosidades, pero sí es una comedia negra bien hilvanada que sorprenderá gratamente al espectador que la encuentre y que, osado, se disponga a verla.

ACTORES: En esta película encontramos lo granadito de la época y, dentro del esperpento de sus personajes, se hacen entrañables y divertidos. Especialmente Amparo Soler, cuya Margarita despide unas dosis de ironía y mala idea con una retranca muy destacable. Tienen buena química entre ellos y se nota que disfrutan haciendo la película, lo que añade frescura a su actuación.

DIRECTOR: La dirección es marcadamente teatral, pues casi toda la acción sucede en el piso de los protagonistas. Esto no quita para que tengamos un buen ritmo y un asfixiante climax final con una atmósfera muy bien lograda (si es que cualquiera puede ser un asesino… ¡incluido usted!). La música es correcta y acompaña bien a esta película a la que le cuesta un poco empezar, pero que luego se desarrolla a un ritmo bien llevado sin ninguna escena de relleno.

GUIÓN: Como en una obra de teatro, los personajes son bastante exagerados, pero esto no impide que se comporten con coherencia en un guión liviano y chistoso, tan lleno de trampas como de buenos diálogos (el interrogatorio de Margarita no tiene desperdicio). La película rebosa humor negro y una caustica visión de la relación entre hombres y mujeres, reflejo de una época. No tiene la más mínima trascendencia, pero seguro que acabarás la película con una sonrisa bienintencionada.


Los primeros veinte minutos no invitan al optimismo. En absoluto. Sin embargo, una vez situada la historia,  la mascarada que se desata es inesperadamente dinámica e ingeniosa. Encontramos escenas muy bien encontradas y situaciones rocambolescas, agudos diálogos, golpes de efecto y interrogatorios desternillantes que se suceden sin descanso.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.1

martes, 4 de febrero de 2014

The tourist

De vez en cuando interesa descansar el cerebro y buscar entretenimiento sin trascendencia. Las películas de acción suelen ser ideales para ello, o productos turísticos prefabricados como éste.

Elise es la pareja del mayor ladrón de guante blanco de Europa. Con el objetivo de despistar a la policía en un viaje a Venecia, trabará relación con Frank, un simple profesor de escuela yanqui que iba de turismo. El pobre Frank no sabe que se va a ver envuelto en una trama de espionajes y asesinatos que pondrá en peligro su vida.

ACTORES: La película es un vehículo de puro lucimiento para las dos estrellitas. Jolie en un papel de Barbie, en el que se pasa la película haciendo pucheritos y luciendo palmito. Cosas que hace muy bien, aunque sólo haga eso. Enfrente tiene a un Depp que demuestra que es mucho mejor actor (o se esfuerza mas) en cada escena en que aparecen juntos. Se dedica a hacer de atontado que no tiene ni idea de qué ocurre, papel que siempre ha clavado, como no.


DIRECTOR: Este director con nombre impronunciable debutó con la impecable La vida de los otros, y parece haber escogido esta película para desembarcar en Hollywood. No habrá hecho una película que pase a la historia, pero sí ha realizado una bonita postal de Venecia aderezado con escenas de comedia/acción ligera rodadas con cierto estilo y un buen ritmo que hacen de la película un entretenimiento llevadero. Sabe captar lo que cada actor hace mejor y permite que cada uno de ellos se luzca en lo suyo.

GUIÓN: La película es consciente que no es más que una nadería llevadera. Rápidamente se nos introduce en una trama llena de trampas, giros imposibles, imprecisiones y errores de bulto que no aportará nada a nuestro cerebro. Los diálogos son simplones y su carencia de profundidad es destacable, pero no es algo que la película busque. Es sorprendente como cada giro convierte la película en algo más ilógico, cuyo final es una patillada descomunal. Un porque sí de los que hacen época.  Jack Skellington podría haber pasado por allí y nadie se habría extrañado.

Bromas aparte, la película es en general entretenida sin más. Muy bonito Venecia, estrellas en pantalla y, en definitiva, ideal para un sábado por la tarde tirado en el sofá, hecho polvo de la noche anterior y sin nada mejor que hacer.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 4.9