jueves, 30 de mayo de 2013

Las Marismas (Arnaldur Indriasson)


A rebufo de Millenium, un buen número de libres de novela negra nórdica han desembarcado en nuestro país. Me habían hablado muy bien de ésta, pero a mí no me ha acabado de hacer gracia.

Título: Las Marismas
Autor: Arnaldur Indriasson
Título original: Myrin

“Holberg, un camionero de sesenta y nueve años, aparece asesinado en el sótano de su casa en el barrio de Las Marismas, en Reikiavik, junto a una nota incompleta de lo que aparenta una  confesión —“Yo soy el…”—, que sólo cobrará sentido para Erlendur y su inseparable Sigurdur Óli cuando encuentran la foto de la tumba de una niña. Sin embargo, esa niña, fallecida hace más de cuarenta años, no fue asesinada. ¿Qué significa entonces el mensaje del misterioso Holberg, a quien nadie parece conocer?”

El mayor problema que me he encontrado al leer la novela es su asepsia. Todo parece escrito y narrado como si de un informe policial se tratara. Conciso, metódico… Quizás es que vengo de un libro con un lirismo exacerbado, pero el resultado me ha parecido muy pobre, que en ningún momento me ha enganchado para leer.

La trama gira en torno a la investigación de un asesinato que parece común, con un pequeño matiz extraño. Esta pequeña extravagancia servirá para tirar del hilo de un caso de hace cuarenta años, cuyas consecuencias llegan a la actualidad. Al principio puede parecer un poco extraña tanta obsesión por el pasado, pero, a medida que se desmaraña la trama, la cosa coge algo de gracia. El resultado está algo visto, pero no cae en despropósitos ni incorrecciones.
No obstante, las tramas secundarias –la boda y la relación con Eva Lind- no aportan nada a la historia ni al carácter de los personajes, parecen estar simplemente de relleno.

Los personajes son bastante parcos y planos, con descripciones que no se asemejan mucho a lo que luego transmiten. El Inspector Erlendur es el único con algo de personalidad, al mostrarte un alma torturada por la vida que ya no se sorprende ante nada y ante nadie, casi ya alguien sin sentimientos. Es un policía eficaz, pero un desastre en su vida personal. Su ayudante Sigurdur Oli es presentado como un trepa de humor ácido, características que luego no se ven reflejadas a lo largo del libro, como pasa con el resto de personajes. Esto es especialmente notorio en los personajes femeninos, igualitos todos unos a otros.

A pesar de que es un libro flojillo, la trama cumple sin exigir mucha atención y se lee muy rápido, sin apenas esfuerzo. Es fácil encontrar cosas mejores, pero para una tarde tonta en la playa  puede servir…

Nota: 2
Nota anobii: 3.5/5

martes, 28 de mayo de 2013

Sólo te tengo a ti


Esta es una película que, sin ser una obra maestra, tiene su gracia, y además, le tengo bastante cariño.

Angelique está perdidamente enamorada de Loïc, un cardiólogo de éxito. Loïc no parece estar muy entusiasmado con la relación, pero Angelique está dispuesta a hacer cualquier cosa para atrapar al hombre de sus sueños…

A simple vista parece la típica comedia romántica que recurre a una actriz consagrada para lograr una buena taquilla, en Francia, claro. El pueril título en castellano tampoco ayuda a llamar mucho la atención, pero se trata de una película con un twist algo inusual que la hace diferente y divertida. Sorprende como la directora consigue sacar provecho de un tema tan trillado y hacerla interesante.  

ACTORES: Se me ocurren pocas actrices francesas que pudieran hacer tan bien el papel de Angelique como Audrey Tautou, su carita angelical, sus esfuerzos y sufrimientos…Es el alma de la película y quién la convierte en algo bastante aprovechable. Le Bihan está un poco más sosete, pero no por ello lo hace mal. El resto de secundarios no es que apasionen mucho, cumplen y poco más.

DIRECTOR: Laetitia Colombani debuta tras la pantalla con esta película, tras presentar el guión de la misma a los premios de “mejor guión joven” de la academia francesa, cuyo premio era financiación para realizar la película. Fruto de esta inexperiencia, vemos a veces unos cuantos encuadres muy telefílmicos, con una fotografía algo deslucida y un ritmo algo pausado –especialmente al inicio-.  Lo más llamativo es el cambio de registro que se produce durante la película, empieza como una comedia romántica (muy) ñoña que, a mitad, decide convertirse en algo diferente. Este cambio está muy bien pensado y conducido, convirtiéndose casi en una película autónoma y complementaria de la anterior, añadiéndole mucho valor.

GUIÓN: El guión está muy bien construido, iniciando con calma una historia para que te identifiques con el pobre personaje de Angelique. Cuando te estás preguntando para qué quieres seguir viendo esta película, da un giro y todo cambia. Este twist está bien llevado, con las coincidencias y las reacciones de los personajes muy bien introducidos para que todo cuadre. La película empieza muy lentamente -quizás demasiado- para ir desarrollándose y subir en gracia, acabando en un final muy, pero que muy bien rematado, creíble y sorprendente, que deja un muy buen sabor de boca.

Es una película rodada de una manera inteligente que convierte lo que sería una comedia romántica tonta en algo muy diferente e inclasificable. El primer acto es algo pesado, pero el segundo es interesante y el colofón final es genial, convirtiéndose en una experiencia refrescante y entretenida.  

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.6

domingo, 26 de mayo de 2013

Bad Teacher


A veces ver una película sin tener ni idea de que va puede dar lugar a gratas sorpresas. Otras veces lleva a grandes decepciones, como acaba siendo este caso.

Cameron Díaz es una chica mona que trabaja en un instituto, es una profesora vaga, maleducada y grosera. Odia su trabajo y se lleva mal con todo el mundo. Pero todo se va a arreglar cuando se case con su rico novio… Pero ¡Ay! Su novio la abandona ante el altar y ella se ve obligada a volver al instituto y hacer lo que más odia: trabajar. La llegada de un nuevo (¡y rico!) profesor, le lleva a planear la manera de conquistarlo y poder así vivir del cuento. Como no, sus extrañas tretas y su poca disposición a trabajar escandalizarán a sus alumnos y sus colegas.

Últimamente Cameron Díaz se ha especializado en hacer comedias chorras producidas por ella misma. Se trata de películas realizadas con presupuesto casi 0 -después de todo, el único caché alto es el suyo-, dedicadas a su lucimiento. Gracias a su cara bonita  dan resultados decentillos en taquilla, lo que le reporta buenos beneficios. A veces le quedan engendros decentes o divertidos, pero éste caso destaca justo por lo contrario.

ACTORES: Todo el protagonismo recae obviamente en una Cameron Díaz que se dedica a hacer las muecas y posturitas que su personaje le exige. A su alrededor, un Justin Timberlake con el carisma de un zapato y una Lucy Punch con menos ganas de actuar que de comerse una rana. El único que se esfuerza “un poco” es Jason Segel que repite su papel de How I met your mother pero ahora disfrazado de entrenador de educación física salido.

DIRECTOR: No se puede destacar mucho de la carrera filmográfica de Kasdan ni de su labor en este film. Parece no haber hecho otra cosa que poner Rec cuando tocara y poco más. Partiendo ya de un despropósito de guión, se dedica a filmar de una forma totalmente anodina e impersonal. No obstante, se las arregla para dejar un par de escenas que dan simple vergüenza ajena, como la gratuitamente estúpida celebración de Navidad y, sobretodo, la grotesca escena de sexo desbocado sin quitar piezas de ropa.

GUIÓN: Entiendo que el guión busca hacer gracia a base de presentar a una profesora borde y trepa, en búsqueda continua del dinero fácil y el braguetazo. Si eso se supone que debe ser divertido… Por mucho que tenga la cara de Cameron Díaz no provoca otra cosa que desagrado. Los diálogos son abiertamente estúpidos y  los personajes cambian de carácter tan pronto como saltamos de escena. Toda la película no guarda más sentido que ser una sucesión de “caca-culo-pedo-pis” con poca gracia. Lo único curioso es el hecho que en ningún momento se produce una redención de la protagonista, que sigue siendo igual de trepa hasta el final.

En resumen, es una de las películas a evitar. Mala a rabiar, incluso para fans de Cameron Díaz.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 4.3

martes, 21 de mayo de 2013

El Hobbit (JRR Tolkien)


Ésta es la tercera vez que leo este libro. ¡Vuelvo a él de vez en cuando, siempre dispuesto a encontrar diversión, carisma y buenos momentos! El Hobbit es casi la novela de aventuras definitiva, pues lo tiene todo.

Título: El Hobbit
Autor: JRR Tolkien
Título Original: The Hobbit


"Bilbo Bolsón es un hobbit muy hogareño, que no busca otra cosa que tener una tarde tranquila y una despensa llena. La aparición de un grupo de enanos y un mago cambiará su relajada vida y se lo llevarán de aventuras, a recuperar el tesoro de un dragón. Durante el viaje descubrirá muchas cosas de sí mismo y encontrará peligros que nunca hubiera esperado y objetos de importancia inimaginable".

Es el libro con el que muchos nos iniciamos en el mundo tolkeniano, es como un cuento que puede ser disfrutado por un niño, pero que un adulto puede releer con placer. Se nos descubre un mundo fantástico sin igual, admirado e imitado por muchos, con esa raza nueva inventada por Tolkien como son los hobbits, esos entrañables seres cuya vida pacífica es su mayor tesoro, hasta que uno de esos se lanza a la aventura en busca de uno mayor todavía: el tesoro de un dragón... 

El lirismo de Tolkien sale por todos lados en una aventura tan absolutamente redonda que se hace deliciosa. El ritmo de la misma es magnífico, siguiendo un continuo crescendo muy bien estructurado. Sus personajes son tremendamente carismáticos e inolvidables, la acción está muy bien ajustada, las descripciones son vívidas y vibrantes y las canciones que aparecen aquí y allá son de la calidad marca de la casa que ha hecho tan famoso a Tolkien. Aviva tu imaginación e invita a que recrees la aventura, las escenas y los diálogos en tu mente… Una lectura simplemente excitante.

Después de todo, El Hobbit es la inventora del género de la literatura épica. Es la primera novela -de éxito- ambientada en la Tierra Media y sienta las bases de todo lo que será Dungeons&Dragons y toda la imaginería fantástica que hemos visto en miles y miles de ejemplos en la actualidad (World of Warcraft, Dragonlance, Kvothe…). A los pioneros hay que reverenciarlos, y más si toda su calidad sigue vigente.

Los personajes principales ya se han convertido en míticos y no requieren apenas descripción: El torpe y voluntarioso –y luego veremos que lleno de recursos- Bilbo Bolsón, está al principio tan graciosamente desubicado como luego convertido en héroe juicioso; el sabio y misterioso mago Gandalf, con la capacidad de aparecer siempre en el momento más oportuno; el torturado y malvado Gollum, obsesionado por su regalo de cumpleaños y los entrañables, ceñudos y dedicados enanos, obsesionados con el deber y el oro.

Además, se les da carácter a seres fantásticos que han pasado a formar parte de la imaginería popular, los torpes y no muy listos trolls, los juerguistas y alocados elfos, los malvados y depravados trasgos, los imponentes y poderosos dragones…

He concebido al Hobbit como un cuento largo. El típico relato que una noche de lluvia, un abuelo con barba blanca, sentado en un sillón de orejas desvencijado, podría estar contando a sus nietos. Y mientras, los niños y niñas observarían atentos a su abuelo gesticulando y cambiando las voces de más aguda para el hobbit a más grave para los trolls. La cantidad de guiños de Tolkien al lector enfatiza el efecto de que la novela fue inventada para ser relatada (de hecho Tolkien la escribió para divertir a sus hijos).

Ese toque infantil es quizás el único defecto que se le puede encontrar. No obstante, eso no impide disfrutar de una novela eterna y preciosa. Tiene la dosis exacta de lirismo, acción, aventuras, misterio y emoción. Absolutamente indispensable para cualquiera que disfrute de las novelas de aventuras y de cualquiera que disfrute de las novelas en general.

Nota: 10
Nota anobii: 5/5


domingo, 19 de mayo de 2013

Nada que declarar


Con el objetivo de desconectar y apagar la cabeza un rato me pongo una comedia facilita, heredera de la divertidísima Bienvenidos al Norte. Esta película era la que triunfaba durante los meses en que estuve trabajando en Francia y que me quedé con ganas de ver. Me hacía un poco de ilu ponerme con ella, aunque suponía que sería malilla.



Frontera Franco-belga, últimos años antes de la eliminación de fronteras europea. Para Ruben, agente de aduanas belga y ferviente francófobo, esta situación resulta traumática. Para Mathias, agente francés, la situación no sería tan incómoda sino fuera porque está enamorado de la hermana de Rubén, lo que pone en serio peligro su vida. Las necesidades laborales les obligan a colaborar -muy a su pesar- y peinar juntos  las carreteras rurales fronterizas.

Danny Boon repite el esquema de Bienvenidos al Norte  y reventó las taquillas francesas con esta película bienintencionada que busca reírse de los estereotipos y su absurdez, de los franceses y de los “pequeños vecinos” belgas. La película es una comedia de enredo algo chorra, con un par de gags logrados. Entretimiento ligero y poco más.

ACTORES: En este tipo de películas, el elenco actoral no suele destacar por su gran trabajo. Los actores se limitan a poner cara de tontos y decir sus frases intentando tener un mínimo de gracia. La traducción, de una calidad algo justita, tampoco ayuda a disfrutar de su actuación. Sólo destacaría a Benoit Poelrvoorde, cuyo policía racista y anti-francés acaba arrancando los mejores momentos.

DIRECTOR: El cómico Danny Boon guioniza, dirige y actúa en un ejercicio de “Yo me lo guiso, yo me lo como” de manual. Le he llamado cómico porque es principalmente lo que es Boon, pues no se molesta en buscar complejidades ni sentar cátedra. La dirección es muy ligera y sin estridencias. Si sigue con películas de este estilo, se hará con un hueco entre el cine popular francés y seguirá haciéndonos reír algunas películas más. 

GUIÓN: Entre que la traducción nos hace perder las diferencias dialécticas franco-belgas y que la enemistad entre “come-quesos” y “pequeños aspirantes a franceses” nos deja un poco fríos, pues la película no tiene toda la gracia que pudiera tener si conociéramos bien el contexto. La trama es un poco simplona, pero es correcta y viene aderezada con un humor fácil, un tono muy blanco y muy ingenuo en algunos momentos. 

Se deja ver sin dificultades: algunos chistes buenos, un policía belga con muy mala leche y un desarrollo tan inofensivo como previsible con una historia tonta. La existencia previa de Bienvenidos al Norte le resta parte de gracia y frescura, pero aun así sirve para apagar el cerebro un rato.

Nota: 3
Nota filmaffinity: 6.1

Me extraña que no se nombre el conflicto valón-flamenco belga en toda la película.

jueves, 16 de mayo de 2013

Medianoche en París


Después de ver Vicky Cristina Barcelona y A Roma con amor, me quedaba por reseñar una película para cerrar la trilogía de turismo de ese particular director llamado Woody Allen. Tocaba pues, dedicarle un tiempo a Medianoche en París.



La película, con la romántica y nostálgica Paris como centro de operaciones, nos presenta a Gilles, un novelista frustrado que vive creando guiones que odia para Hollywood. Junto a Inés -su prometida- y sus suegros, está de turismo en París, visitando a unos amigos. A Gilles no le  gusta su presente, dónde vive hastiado al no creerse capaz de cumplir sus sueños. Paseando por las calles de París suspira por una oportunidad para trasladarse al París de los felices años 20, cuando la ciudad bullía con la presencia de los mayores genios artísticos de la época. Una noche, después de una buena borrachera, es recogido por un coche de época y trasladado a un bar muy especial. Gilles se dará cuenta que a veces los deseos se hacen realidad, aunque no sea de la manera que uno espera. Se ha visto trasladado a los años 20, y todos sus referentes están frente a él, viviendo y festejando la locura de París.

Ésta es sin ninguna duda la mejor de las películas “turísticas” de Woody. Sigue componiendo una preciosa postal sobre la ciudad y no deja un rincón bonito que mostrar, otorgándole el aura mística que sólo las grandes ciudades saben tener. Sin embargo, en esta película la ciudad no es la protagonista sino sólo el más bello escenario posible para una historia muy trabajada, llena de detalles y mucho mimo. Esta vez, Woody no se ha limitado a sacar la chequera y nos deleita con una buena película. Es una película que transpira buen humor, transpira amor, respeto por las calles que pisa y por las figuras clásicas que expone, cariño hacia la figura que Woody Allen fué, agrado hacia el presente y nostalgia hacia el pasado

ACTORES: Toda la película gira en torno a un Owen Wilson que disfruta de un guión que parece hecho para él. Su personaje es soñador e idealista, tramposete pero ingenuo y, sobretodo, se mueve en un estado de confusión tan alucinado que resulta entrañable. Hace el mismo papel que ha hecho toda la vida pero con un personaje muy bien trazado en una película que gira en torno a él y exhalando unas dosis de buen rollo vitales para el personaje. Nunca destacará por ser un gran actor o tener registros, pero esta vez, lo clava que da gusto. El resto de personajes son muy secundarios y costaría mucho destacar a nadie.

 DIRECTOR: Dentro de la trilogía turística, ésta es probablemente la obra más pensada. Allen nos hace de guía por París con una fotografía perfecta -como ya viene siendo habitual- y una composición de escenas impecable. Mientras Barcelona se convierte en un lugar perfecto para orgías, Roma en un lugar lleno de absurdeces, París es una ciudad llena de lluvia, evocación y ensueño, repleta de artistas en plena ebullición donde incluso ir de vientre es motivo de admiración. En eso consiste la película, es un gran ejercicio de nostalgia, una quimera dónde, de repente, cualquier cosa pasa a ser posible.
La presentación de los personajes, de la fauna nocturna que puebla los bares de París, es magnífica. La sucesión de apariciones en un impecable “más difícil todavía” te deja pensando “a ver quién aparece ahora”, entradas impecables como la de Hemingway, Buñuel o Dalí te dejan con una inevitable sonrisa en los labios.
No vas a encontrar errores en los planos, pues ninguno se aleja del noble propósito de contar una historia imbuida en irrealidad. El escaparate de sueños que Allen crea gira en torno a la figura del artista -el que fue, es y será- en este ejercicio sencillo pero delicioso, original y, a su manera, magistral.
Allen juega con la idea de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, tratando con cierto cariño la nostalgia -¿reminiscencia de sus inicios como cineasta?-, pero recordando que cada pasado tiene su pasado y el futuro aún está por decidir, usando unas bellas metáforas finales muy logradas.

GUIÓN: El guión es una muestra de la calidad que tiene Allen -cuando quiere- como cineasta, además de su gran bagaje cultural. La creación de los personajes es perfectamente redonda, tanto los famosos artistas como el escritor entrañable, extravagante y frustrado que va a París en busca de inspiración -si es que Woody, aunque no salga, sale en la película-. El carácter de cada personaje histórico está muy bien reflejado y diferenciado, carismáticos todos ellos y con diálogos bien encontrados. Consigue hacerte reir, simplemente con el hecho de qué puede pasar a continuación -hilarante la escena de los surrealistas-. El desarrollo de toda la ensoñación comprende un crescendo magnífico, muy redondo y perfectamente rematado.
Hay que reconocer que requiere que el espectador tenga bastante idea de qué ocurría en el París de la época y conozca la vida de los personajes históricos para poder captar todos los guiños, todos los detalles y todas las piezas que convierten a esta película en muy destacable. La falta de ese conocimiento puede lastrar el disfrute de la obra, sin duda.
Justamente ganadora del Oscar al Mejor Guión, y nominada a Película, Actor, Director y Escenario -casi nada-.

Impagable ese Hemingway de pega, gran Cole Porter y sus canciones, divertido Buñuel, Dalí, no tanto Belmonte, regular Picasso, y viva Gertrude Stein). Me gusta más París de noche que de día. De noche me lo paso mejor y Gilles creo que también. De noche conoce, vive, baila, besa, llueve. Me gusta París la nuit, la ciudad que visitaré en busca de coches de colección, de alguna rubia a la que le guste la lluvia, justo cuando suenen las campanas a medianoche. Y no me quiero olvidar del gran chiste sobre el detective desaparecido que aparece en la corte de algún Luis de Francia: "creo que me equivoqué de camino"

Por finalizar, lo que más destacaría es la sonrisa que consigue arrancarme desde que Owen Wilson habla de París hasta que cae la lluvia final. Es una sonrisa afable, nostálgica y entrañable, de la que es imposible separarse. Si el cine es la búsqueda de emocionar, esta película lo ha conseguido de la manera más agradable.

Resumiendo que es gerundio, es una peli absolutamente recomendable a todo aquel que sepa de qué va Woody y no le importe y a todo aquel que en las tardes de otoño sienta un inevitable impulso de mirar al infinito por la ventana mientras se toma un chocolate caliente.

Nota: 9
Nota filmaffinity: 7.4

viernes, 10 de mayo de 2013

Sueño del Fevre (George R. R. Martin)

George R. R. Martin se ha hecho -merecidamente- famoso con la fabulosa saga Canción de Hielo y Fuego. De lo que no todos se acuerdan es que es ya un veterano escritor con muchas novelas a sus espaldas y aquí está la segunda de ellas, una historia de Vampiros ambientada en el Mississipi del XVIII (¿Hola, Entrevista con el vampiro?)


Título: Sueño del Fevre
Autor: George R.R. Martin
Título Original: Fevre Dream

“En 1857, la cuenca del Mississippi bulle de actividad: los vapores señorean sus aguas en feroz competencia. Cuando Joshua York le ofrece sacar a flote su naviera a cambio de unas pocas condiciones, sencillas aunque misteriosas, el capitán Marsh ve realizado su sueño: ser el patrín del vapor más rápido del río. Pero los sueños de ambos se verán infiltrados por una pesadilla que anegará de sangre los fondeaderos.”

Yo esperaba encontrar algo tan intrincado y complejo como Juego de Tronos pero ni se acerca. En absoluto. La novela es una historia de terror al uso, un poco irregular y con momentos bien conseguidos.
Empieza con mucha fuerza, la presentación inicial es poderosa y la ambientación es muy buena. El problema es que al desarrollar la trama, se peca de una simpleza excesiva. El inicio prometedor se sigue con una disposición de blanco y negro, con buenos muy ideales y perfectos y malos muy malvados y perversos. No hay ni rastro de gris, ni de ambigüedad.  El libro se vuelve obvio y tedioso y durante más de cien páginas hay que realizar un buen esfuerzo para continuar leyendo. Por suerte, al final vuelve a coger fuerza y acaba con unas ochenta páginas muy tensas e incómodas, con situaciones muy bien logradas y sus momentos inesperados y rompedores que caracterizan a este autor.

Los protagonistas son Abner Marsh y Joshua York. Marsh es capitán de un Vapor del Mississipi. Es un hombre de río, alguien que no se asusta ante nada,  honrado, coherente y con unos ideales inquebrantables. Vive enamorado de sus barcos y trata con arrogancia y desdén a todos aquellos que no saben apreciar su valor. Su extrema fealdad le ha impedido encontrar una mujer, pero no es algo que Marsh lamente -ya tiene sus barcos…-. 
Es justo esa férrea honestidad la que le lleva a contactar con el rico Joshua York, un vampiro bueno, que ha inventado una bebida que cura la sed de sangre y sueña con la comunión entre humanos y vampiros en un mundo en que ambos puedan vivir en paz. Es un Legal Bueno de manual. Idealista, estúpidamente confiado y poderoso, intenta acabar con el dominio de Damon Julian, el vampiro que aterroriza Nueva Orleans.
Frente a este par de héroes encontramos al malvado Damon Julian. Un vampiro milenario que sueña con dominar sobre toda la humanidad. Es un ser cruel, egocéntrico y depravado que disfruta causando el mal a los demás. Hace mucho que ya perdió la capacidad de vivir en sociedad, y sobrevive engañando a incautos que le hacen de servidores a cambio de promesas que nunca se cumplirán.
Le ayuda Billy Vinagre, un sádico capataz que disfruta sintiéndose superior a los demás. Sirve a Julian bajo la promesa de que algún día le convertirá en vampiro. Es un ser despreciable y envidioso que no merece otra cosa que la muerte.  Hace la vez de contrapunto para Marsh, creando así un obvio dos contra dos de caracteres contrarios.
Aunque los personajes están bien construidos y son muy sólidos, son demasiado monolíticos. La distinción buenos/malos es tan clara y el enfrentamiento de roles es tan obvio que le quita algo de gracia.

El punto interesante de la trama reside en el paralelismo Vampiro/Humano con la raza blanca/negra de la época (estamos pre-guerra de Secesión). Hay insinuaciones del conflicto ético, pero al final son resueltas con una simpleza excesiva,  dando una solución rápida e ilusa, sin darle demasiadas vueltas. Y ya que lo mencionamos, y si es la primera vez que lees a Martin, atención, lector: este autor no suele reprimirse a la hora de escribir, así que la sangre —que en toda buena historia de vampiros no puede faltar—, la brutalidad y la crueldad están muy presentes en toda la novela.
Tanto idealismo en la trama se puede entender por el hecho de que Martin escribió esta obra hace bastantes años, cuando apenas pasaba la treintena. Obviamente, no es un escritor igual de maduro y eso se nota al hacer tanto la trama como los personajes –comparando con lo que hemos visto en Canción de Hielo y Fuego-.
El mayor problema es que, una vez la historia se ha situado, el bache es muy gordo. Parece que Martin sabía cómo iba a empezar y acabar, pero no acabó de rematar la manera de enlazar los dos extremos. El conjunto acaba siendo flojo, aunque  en el libro encontremos momentos muy logrados y una estructura sólida y destacable. Se pueden ver las mimbres de lo que Martin será, pero también se puede ver que aún le queda un trecho por recorrer. Nadie nace enseñado y, en esta novela se nota que aún le quedaba por evolucionar. No obstante, las bases ya están. El planteamiento y un desenlace están muy logrados, con las dosis de tensión y malignidad que alguien esperaría en una novela de terror.  Casi con ellos ya valdría la pena para recomendar su lectura a un aficionado del género, pero creo que es mejor dejar un poco a elección del futuro lector, que debe sopesar si quiere soportar -o no-  las cien páginas de hastío intermedias.

Como novela de terror funciona bastante bien y es mejor de lo habitual en el género. Lástima que el bache intermedio lastre mucho el resultado. Como curiosidad para saber qué hacía Martin antes de su obra maestra puede tener su gracia.

Nota: 5
Nota anobii: 4/5

domingo, 5 de mayo de 2013

El secreto del Libro de Kells


Si por casualidad vas por Dublin y entras en el Trinity College, podrás ver el Libro de Kells, un manuscrito ilustrado con motivos ornamentales, realizado por monjes celtas en el siglo IX en Kells, un pueblo de Irlanda y que es considerado como uno de los más importantes vestigios del arte religioso medieval -simplemente deslumbrante-. Su origen es un misterio y esta película intenta poner un poco de divertida luz sobre ese enigma…
  
Brendan es un pequeño monje que vive recluido en la abadía fortificada de Kells. La llegada del miniaturista Aidan y de su excepcional libro revolucionará la vida en la abadía. Para acabar el libro, Brendan deberá salir de la abadía y adentrarse en el bosque, dónde se enfrentará a sus miedos y a los peligros oscuros con la ayuda de Aisling, una bella ninfa.

Esta película es un pequeño soplo de aire fresco. Totalmente artesanal, llena de vida y color. Sus perfiladas líneas y sus brillantes colores bellamente escogidos convierten cada encuadre en una pequeña obra de arte, trazado con figuras simples pero perfectamente estudiadas, a modo de una vidriera en movimiento. La animación, totalmente manual, está perfectamente adaptada al carácter de cada personaje, como vemos en Aisling o Aidan. El gran atractivo del film radica en una concepción visual muy trabajada. Muy lejos del 3D que está de moda, la película apuesta por las imágenes planas, alejadas del naturalismo y luce en todo su esplendor la belleza del trazo, la textura y el color. Además, para quién haya podido contemplar El Libro de Kells, podrá apreciar de dónde viene la inspiración para la bella imaginería que impregna la película.

El desarrollo de la historia es simplista y obvio, dirigido a un público poco exigente -el director se centra en el desarrollo visual-. Los personajes son esquemáticos, caracterizados a base de tópicos. Diferenciados, pero poco trabajados. No hay mucha cosa que cortar en un guión pequeño en el que la historia no engancha como debería y se queda a medio camino en bastantes cosas, pero acompaña correctamente a la bella y minimalista animación.

Mención aparte merece tanto la banda sonora (el uso de la música celta le viene como anillo al dedo a la trama); como el trato que le da a los propios vikingos (sombras, monstruos sin escrúpulos, puro terror). No hace falta decir que esta no es una película infantil; estamos ante una película de animación 100% indie.
  
Un trabajo de orfebre muy, muy hermoso. Cualquier otra apreciación poco puede servir para valorar una obra que aparenta una mayor afinidad con un museo que una sala de cine. Un interesantísimo y brillante ejercicio de estilo que luce bien, muy bien y bonito, pero al que le falta algo de alma para llegar algo más lejos que a los ojos o los oídos. Con una historia mejor habría sido inolvidable, pero igualmente su visionado vale la pena.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.2

Esta película habría ganado el Oscar® a película de animación cualquier año. Cualquier año que no estuviera por medio Up. El secreto de Kells, con su bellísimo retablo en movimiento, se tuvo que conformar con una nominación.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Musashi 2. El camino de la Espada (Eiji Yoshikawa)


Después de disfrutar en la primera parte con una novela de aventuras de capa y espada ambientada en Japón, cogí con muchas ganas la segunda parte de este libro. Además, como lo dejaban todo “un pelín” colgado, pues más ganas que había.

Título: Musashi 2. El camino de la Espada
Autor: Eiji Yoshikawa

"Musashi ha progresado en el Camino de la Espada y sus tempranos éxitos empiezan a hacer de él un espadachín de renombre. Durante su peregrinaje vence a los estudiantes de la prestigiosa escuela Yoshioka de Kyoto, quienes, heridos en su orgullo, no están muy dispuestos a aceptar su derrota. Musashi es desafiado a un duelo con Seijuro, el joven maestro de los Yoshioka, quien espera poder vengar a su escuela y restablecer el pretigio perdido...

La historia continúa exactamente dónde se dejó -no olvidemos que se trata de un único libro partido en tres partes gentileza del editor-. El estilo, que mezcla la aventura con la filosofía y la novela romántica se mantiene. Sin embargo, las tramas de todos los personajes han acabado confluyendo y avanzan ahora al unísono.  Se sigue el modo de lectura a capítulos, más o menos relacionados, que van haciendo avanzar la historia -al modo de los shonen actuales-.

Al inicio, la aventura toma unos tintes épicos que culminan en la batalla final de la escuela Yoshioka. En el proceso de llegar hasta este pico, la novela mantiene intacta toda su intensidad y viveza. Sin embargo, una vez pasado ese clímax, se desinfla. Musashi parece dejar de evolucionar, la trama amorosa cobra importancia y se desarrolla de “modo cortesano” (Amor correspondido, pero imposible por causa del destino y las pocas ganas de los protagonistas de rebelarse a él). La impresión que da es que mientras que antes todo fluía muy bien, las cosas empiezan a pasar de un modo más casual, dando tumbos como si el autor no supiera muy bien en qué centrarse. La historia se vuelve mucho más tópica y transcurre por terrenos mucho más trillados. Las tramas pierden interés e incluso algunos personajes desaparecen casi sin justificación (Jotaro, Akemi, Matahachi). El regusto que queda es amargo.

Lo que sí consigue el autor es una vívida descripción del Japón del siglo XVI. Las intrigas políticas, los personajes famosos -mítos del folklore japonés-, la vida del pueblo y las diversas costumbres de la gente de la época se ven reflejada con bastante acierto en el libro y le aportan valor.

El personaje de Musashi se va convirtiendo cada vez más en un adalid de la perfección. Si antes ya iba sobrado, va pasando a ser un Dios de la destrucción que además mantiene una ética perfecta, eligiendo siempre la opción correcta ante cualquier entuerto. Sus intervenciones dejan de tener emoción, porque se hace obvio que resolverá todo sin despeinarse.

El único que parece poder plantarle cara es Sasaki Kojiro, su némesis y archirrival en la lucha con la espada. En el primer libro es apenas un nombre, un simple testigo de las hazañas de Musahi. Pero en este libro cobra mucho protagonismo, a pesar lo repulsivo de su conducta. Es un entrometido intrigante, siempre dispuesto a congraciarse con ambos bandos, siempre presentándose como el tipo espléndido que quiere ayudar a todo el mundo, pero que se complace en ver morir al prójimo, observando impasible mientras otros arriesgan sus vidas por causas que son importantes para ellos. Todo el último tercio del libro parece un crescendo hacia la inevitable colisión entre ambos maestros de la espada. Sin embargo, ésta no acaba de llegar, esquivándose casualmente en los momentos más oportunos -la habrán reservado para el último libro-.

Del resto de personajes sólo cabría destacar a la vieja Osugi, que sigue obcecada en su búsqueda de venganza contra Musashi. Su odio y su ahínco es tan esforzado, muestra tanta dedicación a su insensata tarea que no puedes evitar que te caiga bien aunque sea una vieja cascarrabias. Casi ningún otro personaje aparece en más de 2-3 capítulos, apareciendo y desapareciendo de la trama como quién no quiere la cosa. En este apartado, el libro flojea un poco.

A pesar de que el libro es muy inferior a su predecesor, es agradable y fácil de leer, mostrando un lindo y bucólico retrato del Japón del XVI. No obstante, el libro es muy irregular y el bajón de la calidad en la trama pesa. Aunque hasta el final de los Yoshioka es espectacular, luego le cuesta mucho captar interés. ¡A ver si la cosa remonta en el tercero!

Nota: 4
Nota anobii: 4/5