lunes, 29 de octubre de 2012

Cockneys vs Zombies


La primera película destacable de la maratón de cine de Zombies de este año es Cockneys vs Zombies. Es una comedia de acción, realizada con más medios y gusto de lo habitual, con momentos bastante logrados y descacharrantes.

Los paletos hermanos Cockney necesitan dinero para salvar el geriátrico donde vive su abuelo. Para conseguirlo, no se les ocurre otra cosa que reunir a un grupo de perdedores y atracar un banco. Justo lo hacen en el peor momento, ya que mientras están en ello, un Apocalipsis zombi arrasa el barrio. Frente a las hordas de zombis no-muertos, el reto es rescatar una casa llena de gente, escapar con el botín y salir con la vida en Londres. Con tal retahíla de patanes, las risas al masacrar zombies están aseguradas.

Cockney es el apelativo despectivo para los habitantes del East End londinense, un barrio de clase obrera. Equivaldría a “paleto” o “inculto”. En la línea de Zombies Party, es una película que aprovecha a los zombies para disponer de una buena dosis de graciosos gags mezclados con unas cuantas escenas de acción algo pasadas de vueltas -ver a unos paletos fliparse de esa manera al matar zombies es realmente divertido-.

ACTORES: Estas películas no suelen destacar por su buen elenco actoral, y ésta no es una excepción. No obstante, cumplen correctamente con su función y su histrionismo está debidamente controlado.

DIRECTOR: La película sabe ser fresca, presenta a los zombies adecuadamente y tanto las escenas de cierta tensión como las de acción están rematadas con corrección, siempre con un tono de humor irreverente bastante divertido. La película transcurre por las diferentes calles de un Londres ligeramente estropeado, bien recreado y con una puesta en escena correcta. Hay además un par de momentos muy imaginativos, con un punto de lucidez inesperado: la primera es la persecución zombi => viejo con andador. Es de una tensión espectacular, rodada como si fueran a toda velocidad cuando ambos son más lentos que el caballo del malo. Los dos “corren” a la misma velocidad, pero el debutante director consigue darle una epicidad burlonamente descacharrante. Luego está la escena del campo de fútbol, en la que nuestro grupo de héroes se encuentra ante una multitud que sale del partido, con hinchas de un equipo viniendo de un lado y los rivales del otro. Cuando todo parece perdido, vemos como los colores de los equipos aún están presentes en los hinchas zombies y eligen pegarse de toñas entre ellos antes que emprenderla contra los vivos. Un momentazo muy inesperado y logrado.

GUIÓN: El guión es simple, sin complicaciones ni errores. Consigue dar un mínimo de personalidad a sus personajes y hace circular la película con un ritmo adecuado durante los exiguos 80 minutos que dura. Debo destacar que es la primera vez que veo una película de zombies en que los humanos supervivientes se dan cuenta desde el primer momento que se enfrentan a zombies y saben cómo se debe luchar contra ellos: que no te muerdan, son lentos, sólo golpear a la cabeza. La historia entra con mucha frescura y encontramos unos cuantos gags muy hilarantes -el bebe zombie, el asedio al geriátrico, el jubilado dormido…-.

En ningún momento destacará por la calidad de su guión o sus actores, pero la película entra muy fresca y asegura unas buenas risas.

Nota: 5
Nota filmaffinity: 5.2

martes, 16 de octubre de 2012

El jardín de los hechizos (Sarah Addison Allen)


Cambiando un poco de género de lectura, me voy a un libro inusual entre mis elecciones. El aire fresco sienta bien, aunque el libro tampoco sea magnífico.

Título: El jardín de los hechizos
Autor: Sarah Addison Allen
Título original: Garden spells

“Queridos lectores:

Las leyendas de Bascom, un pueblecito de Carolina del Norte, en Estados Unidos, nunca fallan: los hombres de la familia Hopkins se casan con mujeres más mayores, las Clark son buenas amantes y todas las Waverley tienen alguna rareza. Se rumorea incluso que el manzano de su jardín predice el futuro, y que las flores comestibles que allí crecen pueden producir misteriosos efectos en quienes las consumen.

Mi novela está ambientada en este pueblo donde las leyendas se cumplen y la magia es algo cotidiano. Y ahora que lo pienso, El jardín de los hechizos es como el mismo Sur de los Estados Unidos. Somos un poco raros, ya lo sabemos. Sentaos a la mesa con nosotros y os contaremos la historia…”

Realmente, el resumen que hay en la contraportada no dice apenas nada del argumento. Es más una carta de la autora a sus lectores y sólo te sitúa un poco el lugar donde sucede la historia. El libro trata de cómo las hermanas Waverley se reúnen después de años separadas, y de cómo las dos buscan el amor y la felicidad. Evidentemente, estamos hablando de una novela romántica con todo el edulcorante que uno pueda imaginar.

La trama es simple e intrascendente, además de bastante predecible, pero está desarrollada con corrección y tiene un par de tramas secundarias bastante realistas.

Adicionalmente, hay un par de cosas a destacar y que la separan del montón de novelas rosa corintelladenses:
- El pueblo en el que viven los protagonistas goza de un ambiente muy agradablemente bucólico con pequeños toques mágicos sorprendentemente logrado. Cada familia tiene sus peculiaridades características, lo que condiciona todas las relaciones entre la gente, cosa reflejada con bastante gracia y coherencia. La presentación de la realidad con unos toquecitos mágicos estilo Embrujadas o Prácticamente magia está muy conseguida y le da un aire muy fresco a la novela. Mención especial a las recetas mágicas -cátering culinario especial- preparado con las flores del jardín de Claire, ¡se te hace la boca agua sólo de leer algunas descripciones!
- La autora se ha esforzado en conseguir que todos los personajes -incluidos los secundarios- estén correctamente caracterizados y tengan su personalidad diferenciada, lo que es todo un logro en una novela de estas características. Además, cada personaje tiene su importancia en la historia, ya sea en la trama principal o en alguna de las variadas tramas secundarias que se desarrollan.

Las protagonistas de la historia son las hermanas Waverley.

Claire Waverley vivió sus primeros años en la carretera, de pueblo en pueblo. Cuando de niña llegó a Bascom, encontró allí un punto de estabilidad dónde agarrarse y del que no ha querido apartarte nunca. Esta necesidad de quietud ha condicionado su vida, pues ha crecido muy recluida en sí misma, huyendo de cualquier cosa que no fuera para siempre. Se centró en su jardín, que nunca le fallaba y ha desarrollado un inmenso talento para cocinar las flores que crecen, consiguiendo recetas que son capaces de alterar el estado de ánimo de la gente. Aunque nadie lo dice abiertamente, sus especiales capacidades como chef la han convertido en una codiciada cocinera. La aparición de su hermana romperá todos sus esquemas, pues por primera vez en su vida tendrá que abrirse a confiar en alguien.

Sydney Waverley es la hermana pequeña de Claire. De pequeña odiaba la quietud y serenidad que gobernaban su vida y estaba siempre dispuesta a saltarse las reglas viviendo la vida con riesgos. Después de unos reveses, se ve obligada a volver a la casa en que se crió, buscando -aunque le cueste creerlo- esa estabilidad de la que siempre huyó de pequeña con el fin de rehacer su vida. Como toda Waverley, tiene poderes mágicos y es capaz de hacer que la gente se sienta mejor consigo misma sólo con cortarles el pelo. Tiene su gracia, aunque la autora no le saca ningún jugo a ello.

Evanelle Waverley es la matriarca de los Waverley de Bascom. Siempre se le ha considerado la loca del pueblo, pues no puede evitar ir regalando cosas a la gente. Ese es su don, pues tiene la capacidad / necesidad de regalar a los demás lo que necesitan para conseguir su felicidad. A pesar del rechazo que sus costumbres provocan en los demás, es una buena mujer, sabia por la experiencia y siempre dispuesta a escuchar y dar consejos. Debido a su “poder mágico”, tiene manga ancha para poder entrar en todas y cada una de las casas del pueblo, lo que provocará que haga de nexo de unión entre todas las tramas secundarias, ya que, de una manera u otra todas pasan por ella.

Emma Clark es la antigua rival de Sydney en el instituto. Gracias a sus “habilidades” en la cama, ha conseguido casarse con el rico local, que de joven estaba enamorado de Sydney. Con el retorno de su enemiga, verá peligrar su matrimonio y moverá todos los hilos a su disposición para expulsar a Sydney del pueblo. Es una mujer que está tan enamorada de su marido que ha perdido el sentido de la realidad y sus reacciones son excéntricas y exageradas.

Uno de los mayores defectos del libro se encuentra en el hecho de que, a pesar de que se trabaja una lograda explicación de las habilidades mágicas que gobiernan en el pueblo, luego no las utiliza para nada en la resolución de ninguna de las tramas. Todas se resuelven de un modo totalmente convencional, lo que acaba dando la impresión de que la recreación bucólica se desaproveche.

Como ya he comentado antes, la historia es totalmente previsible y transita por lugares comunes, pero está rematada con corrección, escrita con cierta frescura y la variedad de personajes consigue que no se haga pesada. Leí la novela por medio de una recomendación, pues es en condiciones normales este género tiende a no interesarme. Sin ser gran cosa, debo reconocer que agradezco haber leído algo tan intrascendente como esto, ya que de vez en cuando sienta bien leer algo simple y fácil.

Nota: 4
Nota anobii: 4/5

domingo, 14 de octubre de 2012

Ilión / Olympo (Dan Simmons)



Después de un poco de espera, ¡por fin empiezo con la primera saga! Debo reconocer que en las reseñas de los libros correspondientes me explayé a gusto, por lo que esta entrada consistirá casi en un resumen más ordenado de lo ya publicado. Eso sí, la saga lo vale.

Título: Ilion
Autor: Dan Simmons
Volúmenes: 4(2)

“Asistimos al desarrollo del asedio de Troya guiados de la mano del erudito Thomas Hockenberry. Se trata de un personaje misteriosamente revivido y presente en este Marte del futuro, cuyo Monte Olimpo se ha convertido en la morada de los posthumanos, quienes, con nombres como Zeus, Palas Atenea, Ares y otros ya conocidos, se comportan como los dioses de la saga homérica. Hockenberry tiene como misión contar si lo que ocurre ante las murallas de Troya se ajusta precisamente a lo narrado por Homero y, desde el distanciamiento del estudioso, nos proporciona además, una sugerente lectura comentada de la Ilíada.
La historia del asedio de Troya (Ilión), reconstruida en un lejano futuro: los dioses son post-humanos que disponen de una divina tecnología cuántica, el monte Olimpo está en Marte y los nuevos robots moravecs, de más allá del cinturón de asteroides se interesan por la inusitada actividad que se observa en el planeta rojo.
Mientras tanto, los últimos humanos de la Tierra viven una insulsa vida de eloi bajo la atenta vigilancia y supervisión de unos misteriosos Voynix de origen desconocido.”

En Volúmenes indico 4(2) por una sencilla razón: la obra original está pensada y escrita en dos tomos: Ilión y Olympo. Sin embargo, la edición española se divide por arte de magia en 4 libros. Este truco editorial provoca un dispendio mayor, pero permite pasear con cuatro libros de 500 páginas cada uno, en vez de mega-tochos de más de mil páginas (que sienta mal a la espalda).


Olympo I: La guerra
Olympo II: La caída

La saga se incribe dentro del género de la ciencia-ficción, pero Simmons es un autor genuinamente inclasificable y consigue cambiar de género varias veces a lo largo de la  saga. Novela bélica, ciencia ficción clásica, sociología, terror, aventuras, épica, acción… A lo largo de las dos mil páginas toca todas las teclas posibles, con mezclas imposibles de géneros y además le queda muy bien.

Como habréis podido ver en el resumen, el argumento es, cuanto menos, bastante pasado de vueltas. Simmons nos propone una revisión de la Ilíada en clave de ciencia ficción, sustituyendo a los Dioses Griegos por extraterrestres pero manteniendo en lo posible el espíritu de la obra clásica. Hay que tenerlos bien puestos para intentarlo. Si además le añades otras dos tramas originalmente separadas que, aparentemente, es imposible que tengan nada en común y encima consigues trenzarlas en una sola historia coherente… pues tiene su mérito.

La primera trama -y la más importante al inicio- pertenece a la Guerra de Troya. Sucede a los pies del monte Olympo, donde los Dioses Griegos no son más que seres tecnológicamente muy avanzados que “juegan” a la guerra con los griegos originales. Los Dioses se comportan como niños malcriados hiperpoderosos y las “armas mágicas” y las “bendiciones divinas” son simplemente chutes de nanomáquinas de combate que mejoran la capacidad de lucha de los humanos. Nos es narrada por Thomas Hockenberry, un estudioso de la Ilíada de nuestra época que es resucitado para comprobar que todo sucede tal como Homero lo planteó. Este detalle es muy curioso, pues Zeus parece ser el único que sabe como deben pasar las cosas y vela por que se cumplan, ya que si no, algo malo puede ocurrir.

Hockenberry nos retransmite lo que ocurre como si de un comentarista deportivo se tratase y siempre da un punto de vista “actual” . Además, como ya sabe todo lo que va a pasar, se permite muchos chistes y chascarrillos bastante cachondos que le dan mucha frescura al texto. Por si fuera poco, tiene la ventaja de tener unos personajazos con los que tirar para adelante la historia. Aquiles, Héctor, Helena de Troya, Menelao, Zeus, Ares, etc. son conocidos por todos y son parte integral de nuestra cultura. Simmons consigue que cualquier acto hecho por uno de estos personajes tan carismáticos tenga una trascendencia y un impacto considerables.

La segunda trama -y que al principio no sabes por dónde va- es la de los moravecs. Son robots que viven en las lunas de Júpiter, creados por los humanos para explorar el Universo, que acabaron evolucionando y estableciendo su propia civilización. Mahmut de Europa y Morphu de Io son contratados por el gobierno jupiterino para “explorar” las extrañas radiaciones procedentes de Marte. Lo que en un principio es una misión pacífica pronto se complica mucho más de lo que se puede prever y… tendrán que improvisar.
Esta parte empieza con mucha calma, pues el autor se lo toma con mucha tranquilidad para situar la historia. Mientras tanto, vas conociendo a los dos moravecs, que viven obsesionados con la idea de qué es ser “humano” ya que ellos no lo son y cada uno intenta acercarse al tema estudiando a dos genios de la literatura como son Shakespeare y Proust. Los dos personajes no pierden el tiempo en divagar y discutir sobre el tema, incluso en los momentos más inoportunos, soltando citas y comentarios dispuestos para que el lector atento suelte unas risas. Te pillan más de una vez con la guardia baja y te los clavan que da gusto.
Lo que empieza como una parte muy lenta y filosófica va poco a poco evolucionando a una novela de aventuras clásica muy entretenida pero sin dejar en ningún momento sus neuras. Los dos personajes son, cada uno a su manera, muy generosos y altruistas. Mahmut es muy franco e inocente, mientras que Orphu despliega un humor negrísimo y socarrón muy punzante.

Finalmente, la tercera trama nos lleva a una distopía donde los humanos viven en una especie de “Mundo feliz” en que sus únicas preocupaciones pasan por decidir a qué fiesta ir o con quién acostarse. Sin embargo, hay un par de humanos que se han dado cuenta de que hay algo que no cuadra en su modo de vida. Poco a poco empiezan a darse cuenta de que la realidad en la que viven ha sido puesta ante sus ojos y la vida fuera de sus ciudades no tiene nada que ver con lo que les habían explicado. Esto les llevará a explorar el mundo y descubrirán muchas cosas que preferirían no haber conocido…
Lo que empieza como una distopía se convierte rápidamente en una novela de terror con unos momentos de tensión muy bien conseguidos acabando con muchos toques de acción.
Los personajes principales son Harman, el último hombre que sabe leer en la Tierra y que tiene ganas de saber porqué la sociedad está construida tal como es. Siendo un científico obsesivo y solitario, se verá obligado a relacionarse con los demás y descubrir qué es la amistad; y luego está Daeman, un seductor que no tiene otro propósito que llevarse a la cama a todo ser femenino que encuentre, y que se verá atrapado en una vorágine de sucesos que le superan. El encontrarse cara a cara con la muerte lo hará madurar y convertirse en un humano con mucha más clase y determinación. Una de las mayores gracias de esta parte es el hecho de que todos los personajes van evolucionando a lo largo de la saga. Simmons consigue que toda esta evolución se produzca de un modo muy creíble que ancla perfectamente la historia y la hace avanzar con una fuerza espectacular.

Una vez situadas las tramas -que es más o menos la mitad del primer libro-, empiezan a pasar cosas en serio. En Troya, poco a poco los sucesos se van separando de los hechos descritos en la Ilíada (Hockenberry mediante, o no, ¡metepatas!) y a medida que avanza, la cosa se va saliendo de madre -y más que lo hará-. Con los moravec, el detonante se produce al llegar a Marte y ver como está el percal. Y luego en la Tierra, una vez dejan de discutir lo que saben de cómo está hecho el mundo y empiezan a investigar, la cosa pasa de ser interesante a ser espectacular. En todo momento se produce un crescendo en la historia, cada vez más delirantemente bruta y pasada de vueltas. Página a página, la cosa mejora y es más espectacular y viciante a cada momento. El final de Ilión es uno de los mejores hypes que he visto en mi vida y luego el final de Olympo está muy pero que muy bien encontrado.

Simmons hace entrar las historias en barrena y se empiezan a intercalar con una fuerza inusitada. Una vez se lanzan, es un no parar. La gran cantidad de personajes diferentes, de secundarios bien esculpidos y de carisma a raudales es signo de su innegable calidad.

Aparte de su talento a la hora de construir personajes y contar historias, hay algo en lo que Simmons es muy bueno: crear momentazos épicos. A lo largo del libro se van viendo momentos en los que el autor se queda realmente muy a gusto, y uno, como lector, puede disfrutar de sus idas de olla. Sobradas entre dioses, actuaciones bélicas un tanto pasadas de vueltas, personajes que se quedan con todos… Para muestra: hay un momento en que Ulises pregunta qué hay de comer. Como el menú es la misma comida de siempre, decide irse de caza para buscar Aves Terroríficas (unas macrauchenia, no, no preguntéis que hacen dinosaurios por ahí). ¿Qué necesidad había de ello, aparte de que Simmons quería quedarse a gusto viendo como Ulises se luce matando avestruces prehistóricas? Lo mejor es que no es una de las sobradas más espectaculares, que las hay para todos los gustos.
Además, en la Tierra del futuro, Simmons se divierte mucho describiendo lugares sin decirte qué son, pues sus habitantes lo han olvidado, así el lector avispado puede entender que está hablando de Notre-Dame, el Golden Gate y monumentos similares. En algunos momentos te mete unos goles muy bien metidos.

Un par de dialogazos:

“¿Qué está diciendo?, preguntó Orphu.
Os desafío dioses, bla bla bla… Y ahora invoco al caos y desato los perros de la guerra…, recitó Mahnmut.
Espera, dijo Orphu. ¿Ha usado de verdad esa cita de Shakespeare?
No, dijo Mahnmut. Estoy traduciendo libremente.
Fiuuu, dijo el ioniano. Pensé que teníamos un plagio sorprendente entre manos.”

“¿Quieren una receta para perder toda la autoestima? Intenten permanecer desnudos enfrentándose al Dios de Todos los Dioses que va vestido con botas altas, grebas doradas y armadura de batalla. Además de esta obvia diferencia está la cuestión de la altura. […] y Zeus mide cinco metros esta tarde. ¡La maldita puerta fue hecha para estrellas de la NBA que lleven a hombros a otras estrellas de la NBA, y Zeus ha tenido que agacharse para pasar!”

Igualmente, ver a Ulises decir: “no hay tiranosaurios cerca” es simplemente genial.

Transcribo una reseña de www.Sfreviews.net/olimpos.html

“Una de las maneras en que el pasado informa el presente es a través de la narrativa mítica que pasa de generación en generación. A medida que la humanidad evoluciona , también lo hacen nuestros mitos y Olympo en sí mismo es un ejemplo de ello. Al revisar y recontextualizar la épica de Homero y Shakespeare, Simmons parece intensamentente consciente de que las futuras generaciones pueden ver esas revisiones como la épica de nuestro propio tiempo. ¿Pretencioso? A grandes rasgos, es posible que sí, pero no lo es en la manera en que lo maneja Simmons. Para él, narrar y volver a narrar las grandes historias es algo que está en el núcleo de lo que somos. No podemos dejar de narrar historias de la misma manera que no podemos dejar de comer, dormir o hacer el amor. Es ese homenaje a ese proceso de narrar historias lo que hace que Olympo sea una obra maestra”

En resumen, esta saga es un delicioso trago refrescante absolutamente adictivo. Recomiendo totalmente esta saga por su delirante excentricidad. Simmons no tiene ningún pudor en meter en la coctelera todo lo que se le viene a la mente y conseguir un buen resultado; por mezclar con maestría géneros y subgéneros como la space-ópera, el cyberpunk y la ética futurista; por beber de las fuentes mitológicas y religiosas; por ser tan extremadamente original siendo tan conservador; por crear personajes entrañables, mundos espectaculares, sociedades increíbles… hay tantos momentos que te dejan tonto que es un no parar. Parece mentira que una mezcla de despropósitos semejante no le explote en la cara, pero Simmons demuestra su maestría al darnos un compañero de viaje de dos mil páginas tan espectacular, vibrante y absorbente.

Nota: 9

jueves, 11 de octubre de 2012

Cómo entrenar a tu dragón


En su momento catalogué mentalmente esta película como excesivamente infantil -como las últimas cosas que había hecho Dreamworks- y ni me molesté a ir a verla al cine. Ahora que la he visto en casita, me he llevado una agradable sorpresa. En el cine tuvo que ser bastante bonita de ver.

La película nos cuenta la historia de Hipo, un vikingo adolescente que no encaja en su tribu de cazadores de dragones. Quiere ser tan bueno como su padre, el jefe de la tribu, pero no tiene ni la habilidad ni el valor para conseguirlo. Una noche derriba a un dragón pero nadie le cree. Para demostrarlo, va al lugar donde ha caído la criatura y encuentra al dragón herido. Incapaz de acabar con el animal, Hipo decide curarlo y entabla amistad con él, cambiando la concepción que los vikingos tienen de los dragones.

A diferencia de Pixar, Dreamworks se ha dedicado durante mucho tiempo a hacer películas divertidas. Conciben el cine como entretenimiento y su único objetivo no parece otro que hacer pasar un buen rato. Nunca han buscado deslumbrar ni complicarse la vida con obras de arte. Pero de vez en cuando les pica el gusanillo y nos dejan cosas como esta.

No se puede negar que la película está repleta de clichés narrativos y la historia está vista mil veces, pero los personajes son sorprendentemente carismáticos y el desarrollo y la puesta en escena son impecables. El detalle en el dibujo es sencillamente increíble y fascinante (puedes contar los pelos de las manos y del cabello). El ritmo es trepidante, no decae en ningún momento, pero cosa rara, la historia es pausada, y no se precipita (salvo en los diez últimos minutos, aunque no importa lo más mínimo, pues apenas se percibe y te lo pasas igualmente genial).

¿Y qué más necesita una película para ser buena? Porque esta lo tiene, te hace disfrutar durante poco más de hora y media y apenas tiene alguna chorrada sin gracia. No recuerdo chistes de pedos, salidas humorísticas en el momento menos oportuno ni cosas por el estilo, sino más bien un humor entrañable, unos puntos muy buenos y algún toque friki que siempre se agradece enormemente. Además, la historia tiene una crudeza y una enjundia inesperada en este tipo de películas -como en su desenlace-. Logra conectar al espectador con todos los personajes, que si bien unos son más importantes que otros y algunos son meros rellenos, funcionan correctamente, dando a todos el tiempo adecuado en pantalla. Y finalmente, ni siquiera detecté alguna voz famoseta de turno horrible que hiciera desangrarse a los oídos -¡bien!-.

Otra cosa que me agradó bastante fue el diseño en cuanto a personalidad y apariencia de la “Furia Nocturna”. Realmente es una mascota adorable e inteligente, aunque me recordó un poco a un gato grande. Quiero uno para navidad.

Y por encima de todo, ¡que espectáculo aéreo! Los protagonistas se ponen a cabalgar dragones y, como en una buena película de aviones, los directores lo han aprovechado para lucirse. Las escenas de acrobacias son vibrantes y espectaculares. Estoy seguro de que el 3D tenía que ser bonito bonito bonito…

Quizás no va a pasar a la historia del cine, pero es una de las mejores películas infantiles que he visto en mucho tiempo. Me lo he pasado genial y he disfrutado los noventa minutos de la película como un niño.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.3

Se llevó su correspondiente -y merecida- nominación a los Oscar® en película de animación y banda sonora. Fue derrotada en ambas categorías por Toy Story 3 que sí es una maldita obra maestra.

martes, 9 de octubre de 2012

Templario


Se puede suponer que una película que se llama Templario tendrá algo que ver con los Templarios, ¿no? Pues para nada, ¡a un guerrero le ponemos una túnica con la cruz y arreando, ya tenemos al paradigma del Templario!


El rey Juan Sin Tierra de Inglaterra se ha visto obligado a firmar una constitución en que cede muchos poderes a los nobles locales. Sin embargo, tras reunir un gran ejército, se niega a cumplir el acuerdo y estalla una guerra civil. El castillo de Rochester es un gran enclave estratégico y un rico barón, un grupo de mercenarios y un templario lo defenderán del asedio al que lo somete Juan Sin Tierra.

A pesar de un poderoso inicio, la película se convierte rápidamente en un pastiche de acción medieval con mucha casquería. No tiene mucho sentido, pero los espadazos y la sangre sirven para pasar el rato.

ACTORES: No sabría decir cuál es más patético y lamentable. Ninguno de ellos se cree su personaje y se dedican a atizar a todo bicho viviente sin mucho sentido. Incluso habiendo actores de cierta calidad, no hay ninguno que se salve.

DIRECTOR: Hay que reconocer que el inicio es muy prometedor y tanto la fotografía como los escenarios son bastante cucos, pero a los diez minutos la sangre ya empaña la lente de la cámara, los personajes repiten frases de otras películas y al cámara le ha entrado el baile de San Vito. Vale que quieras hacer que las escenas de acción sean un caos de sangre y desmembramiento, pero no es motivo para que el director se dedique a marear al espectador, impidiendo que se entere de qué demonios está pasando. En cuanto empiezan los espadazos y las flechas… no se sabe quién mata a quién. Sólo se ven espadas chocando, chasquidos metálicos, una mano volando, más chasquidos metálicos, una persona partida en dos, mas chasquidos…En fin, que uno no se entera.
Además, la película tiene un punto de ruptura claro, que es la primera derrota del rey Juan ante Rochester. Esto sucede a mediados de película y aún queda 1 hora donde los acontecimientos se resisten a ocurrir. En estos momentos el director se dedica a desarrollar las relaciones entre los distintos actores, cuando no han sido introducidos y nos resultan muy planos, por lo que te da más o menos igual lo que ocurre, sólo quieres que Rochester caiga o resista... pero que dejen de hablar. 

Sorprende que entre tanta sangre, visceras y cabezas volando, los obligados interludios sexuales sean tan castos y puros, ¡cuanta mojigatería de golpe!

GUIÓN: James Purefoy aparece casi invencible, sin trasfondo ni motivaciones ni elementos que definan su personaje; Giamatti parece un niño pequeño con una rabieta, sin causa alguna para lo que hace, y su ejército una panda de bárbaros que, a pesar de que el Rey Juan les engañó (reconociéndolo), siguen luchando por él, como si nada; el grupo de guerreros, al más puro estilo artúrico aparecen sin motivaciones, reclutados sin más, simplemente porque lucharon juntos años atrás, y aun así, nada especial se da a conocer de ellos, por lo que es imposible empatizar con sus muertes; en vez de cometer algún error histórico, abogan por la libre interpretación de una época oscura, de la que sabemos bien poco, aunque todo suena bastante cogido por los pelos.
Lo que peor lleva la película es el ritmo. Cuando es momento de acelerar, frena y se recrea en los momentos en que hay que avanzar con la película. Los diálogos son totalmente anódinos y no hacen otra cosa que servir de descanso entre batalla y batalla.

¿Alguién me puede explicar como es posible que el lider de los daneses se llame Tiberio? (Vaya muerte idiota la suya, por cierto).

En resumen, es un despropósito de acción y casquería. Hay mucha acción mal coreografiada, errores de ritmo y unos actores muy pasotas. Por lo menos los escenarios y los paisajes son bonitos, aunque salgan poco.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 5.1

Toda la película me ha recordado a una fase del Conquerors, un grupo de héroes contra vikingos. Hay escenas que son calcaditas al videojuego. ¡Si hasta el castillo es igual!

sábado, 6 de octubre de 2012

Musashi I. La leyenda del Samurai (Eiji Yoshiwaka)


Hacía tiempo que me venían recomendando una de las sagas más importantes de la literatura japonesa. Aunque no es muy conocida en nuestro país, decían que el personaje de Musashi lo valía.

Título: Musashi I - La leyenda del Samurai
Autor: Eiji Yoshikawa
Título original: Miyamoto Musashi

“Takezo despierta en el desolado paraje de Sekigahara, la crucial batalla que decidió la guerra civil en Japón. Tras su vuelta a Miyamoto, donde es tomado por un forajido, conoce a Takuan, un excéntrico monje que con sus actos y palabras será quién encamine al joven Takezo, todavía casi salvaje, en la senda de su destino: convertirse en Miyamoto Musashi, el samurai que alcanzaría la leyenda.
Con este primer volumen empieza la epopeya de Miyamoto Musashi, el más famoso samurai de la historia de Japón. Una extraordinaria novela de aventuras en la mejor tradición narrativa japones y un clásico imprescindible de la literatura nipona.”

Tal como en la literatura española encontramos a Alatriste o en la francesa a los Tres Mosqueteros, en Japón está la saga de Miyamoto Musashi. Aventuras muy bien narradas, personajes carismáticos y unas destacables dosis de épica conforman un libro muy entretenido.

Escrito para su publicación por entregas, sigue la tradición narrativa japonesa, con la acción frecuentemente interrumpida por interludios costumbristas y/o filosóficos que nos describen con mucho talento la sociedad nipona del siglo XVII. Esto puede resultar algo incómodo para los más ávidos de acción, pero a mi me transmite una vívida recreación de un mundo precioso y diferente.

La historia gira en torno a la juventud de Musashi, que aún es un joven e ingenuo samurai, con mucho talento para la espada y muchos pájaros en la cabeza. La realidad irá moldeando sus ideas y poco a poco iremos viendo como evoluciona su personalidad, buscando la madurez mental y la comunión total con su alma. No obstante, aunque se intenta refrenar, sigue siendo un joven impetuoso y osado que desafía a cualquiera que le ofenda.

A pesar de ser el protagonista, Musashi aparece en apenas la mitad de las páginas. El resto se dedica en unos más que interesantes secundarios. No sólo ocupan estratos sociales diferentes que ilustran acertadamente la sociedad de la época; también sirven para trenzar una buena trama de aventuras con acción, aventuras, amor “a la japonesa” y personajes variopintos y carismáticos.

Entre los secundarios, destacan:

Matahachi: Inicialmente, el mejor amigo de Takezo, pero los vicios de la juventud lo han llevan por una vida de borracheras y desenfreno. Con su autoestima destruida, intentará reconstruir su vida en el rígido Japón feudal de los Tokugawa. Su destruida personalidad acaba culpando a Takezo de su infortunio -por no apartarlo de la mala vida- y, poco a poco, va creciendo su odio, convirtiéndose en el “malo” de la historia.

Otsu: En un principio es la prometida de Matahachi, pero está perdidamente enamorada de Takezo. Es una joven bella y generosa, siempre dispuesta a ayudar a los demás, aunque muchas veces intenten aprovecharse de ella. Cuando éste marcha por Japón en busca de la perfección en el arte de la espada, ella sale en su busca, viviendo mil aventuras y sufriendo mil infortunios mientras intenta encontrar a su amado.

Seijuro Kendo: Líder de la principal academia de esgrima de Kyoto. Es un buen espadachín, muy orgulloso y vividor, pero en el fondo, un cobarde que no quiere que nadie se burle de él. Es derrotado por Musashi, lo que será el detonante del mayor arco argumental del libro, ya que Seijuro buscará desprestigiar a Musashi por todos los medios posibles.

Sasaki Kojiro: En el momento de la novela, es el mejor espadachín vivo. Es joven y arrogante. Aunque no sea especialmente malvado, actúa con bastante desdén ante todos aquellos que no valoran la espada como lo más importante en la sociedad, lo que le provocará muchos y variados enfrentamientos con la gente a su alrededor. A lo largo de la novela iremos viendo como Seijuro va manipulándolo para intentar convencerlo de que mate a Musashi.

Está escrito por entregas, tal como sería una serie de televisión actual. Los distintos capítulos van explicando historias diferentes que siguen una misma trama común de fondo. Los personajes van deambulando por Japón en búsqueda de sus objetivos y los capítulos se centran en uno u otro personaje y sus aventuras. Sus destinos se van entrelazando, con muchos encuentros y separaciones en sus viajes. El ritmo se resiente de ello, ya que los capítulos dedicados a Otsu -centrados en su amor por Takezo- tendrán, obviamente, menos acción que los dedicados a Musashi -que tienen mucha más carga filosófica- o los de Matahachi -mas centrados en la descripción de los bajos fondos-. Como en una serie, el libro sigue varios arcos argumentales bien trazados que nos permite disfrutar con buenas aventuras en la juventud de Musashi.

El libro ofrece una historia muy bien narrada, pero con un ritmo bastante desigual pero que gustará a todo el mundo. Es una novela de capa y espada a la japonesa perfectamente disfrutable, con buenos personajes, entretenidas historias y antagonistas con gracia, que aprovecha para describirte magníficamente una sociedad exótica y hermética. Ideal para cualquiera que quiera pasar un buen rato con aventuras y diversión. 

Nota: 7
Nota anobii: 4/5

jueves, 4 de octubre de 2012

Total Recall


Realmente, un remake de una película tan particular como Desafío Total a cargo de un director tan mediocre como Wiseman no es algo que lleve a pensar a que tengamos una buena película. Sin embargo, sus películas suelen ser pastiches de acción medianamente entretenidos. Igual habría que darle una oportunidad (o no).

Douglas Quaid es un operario en una fábrica que se siente muy frustrado. Cree haber nacido para algo grande y la fabricación de cyborgs en una cadena de montaje no es precisamente el sueño de su vida. Necesita una válvula de escape y decide ir a la empresa Rekall, donde pueden implantarle recuerdos de grandeza y hacerle “vivir” aventuras sin límite. Sin embargo, algo sale mal y Quaid empieza a ser perseguido por la policía sin que él sepa muy bien porqué. Poco a poco irá descubriendo que en realidad es un espía renegado que no tiene muy claro para quién trabaja.

La película tiene muchos elementos muy distintos del original. El director ha querido alejarse mucho de su predecesora para evitar vergonzosas comparaciones y lo único que queda reconocible en el film es Rekall, las tres tetas y los nombres de los protagonistas; el resto es totalmente diferente. En vez de ir a Marte, la acción sucede entre la Unión Británica Federal (UK) que busca apropiarse militarmente de la Colonia (Australia), a la que domina económicamente. Para comunicar los dos países se ha inventado un medio de transporte intraterrestre muy pasado de vueltas llamado “la Cascada” y casualmente Farrell aparece para desbaratar los planes de conquista de la UBF. Vamos, poca cosa que ver con Chuache.

ACTORES: Colin Farrell siempre ha sido un sosete y aquí no se sale de ello. Su falta de carisma no lo hace el ideal para protagonizar una película de acción -y menos con el recuerdo del Chuache en mente-. Está secundado por dos actrices curtidas en el cine de acción, Beckinsale -que repite con Wiseman- y Biel, que roban totalmente el protagonismo al insulso de Farrell, aunque sea a base de acrobacias y golpes. El resto de secundarios, totalmente testimoniales.

DIRECTOR: Que Wiseman no sabe hacer cosas complicadas es algo que ya sabemos, por lo que desde un inicio no se esperaba que se fuera a meter en las pajas mentales de Verhoeven. Es evidente que ha rodado con muchos medios y la recreación del mundo futurista muy detallista, trabajada y cuidada, pero echo de menos un poco más de alma, ya que tiene demasiados elementos reconocibles de otras películas. Las escenas de acción están correctamente filmadas y los efectos especiales están bien conseguidos, como sería de esperar. Wiseman ha creado un carrusel de escenas de acción resultonas con unos treinta minutos finales convertidos en una demente sucesión de tiros y explosiones a cada momento más fantasma y pasada de vueltas. Divertida.

GUIÓN: Evidentemente, el guión es muy simple. En ningún momento se encuentra el juego de realidades de la película original. La trama consiste en ver a un Farrell medio atontado perseguido por una maníaca mientras intenta salvar al mundo, sencillo y sin grandes errores. El ritmo es muy vivo y la potencia de las escenas de acción -no hay nada como un buen presupuesto- aguantan la película a pesar de sus pobres diálogos y de unas cuantos sucesos algo incoherentes que encontramos en la película.

En resumen, es una película en la que encontraremos mucha acción, explosiones y persecuciones correctamente coreografiadas. Aunque abuse de tópicos, es sin duda entretenida. No soporta comparaciones con la película original, pero no aburre en absoluto y eso, a veces, es todo un logro.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.4

Sorprende no encontrar una autoafirmación de la superioridad de la identidad cultural yanqui que esperaríamos en una película de este estilo de Hollywood.

martes, 2 de octubre de 2012

El martillo de Dios (Arthur C. Clarke)


Hacía tiempo que no visitaba la ciencia-ficción seria (¿dos meses?), y hacía mucho más que no me detenía en uno de los grandes: Arthur C. Clarke (5-6 años).

Título: El Martillo de Dios
Autor: Arthur C. Clarke
Título Original: The hammer of God

“En el siglo XXII, los humanos habitan la Luna y Marte. Una veterana de guerra ha fundado Crislam, doctrina religiosa impartida a través de módulos de realidad virtual. Aunque no queda comida natural, reciclando desechos se consigue cualquier plato. La ingeniería genética es capaz de todo, pero el Papa se opone a cada nuevo avance... La aparición de un asteroide que amenaza con caer sobre la Tierra desencandenará una crisis de consecuencias imprevisibles.”

Hay que reconocer que el resumen de la contraportada no tiene mucho que ver con el argumento, pero bueno...

El origen del libro se encuentra en un relato corto publicado por el mismo Clarke en la revista Time - Más allá del año 2000 (1992). La novela no deja de ser una expansión del relato, alargando lo justo con el fin de cumplir con las características del formato. Eso explica su simplicidad y la facilidad que supone su lectura. Hollywood compró los derechos para hacer la película, pero el film resultante, Deep Impact, se parecía tan poco al libro que Clarke no salió ni citado en los créditos.

La historia empieza con el capitán Singh en su nave, contemplando a Kali, el asteroide que colisionará con la Tierra y extinguirá la vida en ella, el martillo de Dios. Desde allí, volvemos a la juventud del capitán, que nos explica cómo ha llegado a ser el capitán de la nave más importante de la historia de la Humanidad. A través de su experiencia nos enteramos de la evolución y los hitos espaciales históricos del ser humano en la conquista de las estrellas. Una vez se llega al momento “actual” pasamos a ser testigos de las luchas de la tripulación de la nave para impedir que Kali colisione con la Tierra. Lucha en que el asteroide no dejará de obsequiarnos con nuevas y crueles sorpresas una vez ya creíamos que el peligro había pasado. De fondo, unos fanáticos religiosos se dedicarán a hacer de las suyas en una Tierra con pocas esperanzas de sobrevivir.

El único personaje como tal es el Capitán Singh, al que no se dota de una personalidad, ya que funciona simplemente como el punto -o la excusa- desde el que se articula la evolución de la Humanidad a lo largo del siglo XXII.

El libro en sí es muy cortito y ligero, y se lee realmente rápido. Como novela menor del autor, no deja de ser un divertimento agradable sin más trascendencia.

Como toda la literatura de Clarke, destaca sobretodo por el realismo que despide. Todos los hechos presentados son científicamente posibles y están firmemente constreñidos por las reglas de la física. No en vano, Clarke es un científico con mucha formación como la mayoría de grandes autores de ciencia ficción clásica. En sus libros se esfuerza en hacer que todos los sucesos sean probables de acuerdo con la situación planteada. Su estilo es muy particular, pues toda la acción sucede con mucha lentitud y encontramos multitud de descripciones de un mundo futuro y razonadamente posible -cosa que siempre me encanta-, mientras se suceden digresiones sobre diversos temas, usando siempre la humanidad como eje.

En sus capaces manos, incluso lo que podría ser una simple novela de desastres se convierte en un comentario lúcido sobre el papel de la humanidad en la inmensidad del cosmos.

Nota: 6
Nota anobii: 3.5/5