viernes, 7 de septiembre de 2012

Kalashnikov (Alberto Vázquez-Figueroa)


Título: Kalashnikov
Autor: Alberto Vázquez-Figueroa


Kalashnikov comienza con un llamamiento del Parlamento Europeo para que se capture al mayor criminal de guerra que existe, Joseph Kony, y de quien se sabe que además de asesinar, violar y esclavizar a miles de niños, los emplea como soldados en su ejército.
A la vista de la impotencia de las instituciones, un pequeño grupo de eurodiputados decide contravenir las leyes que han jurado defender. Tras un ataque que los hombres de Kony efectuaron a los yacimientos de coltan del Congo, y que costó la vida de seiscientos inocentes, el grupo de eurodiputados resuelve acabar con él y con quienes, a cambio de coltan, les proporcionan los fusiles de asalto AK-47 Kalashnikov, que suelen utilizar sus tropas. Para ello ofrecen a un cazador de elefantes -a quien se conoce por el apodo de Balanegra- diez millones de euros po la cabeza de Joseph Kony.
Adrián Balanegra y su guía, Gazá Magali, se enfrentarán a la aventura más arriesgada de sus vidas: encontrar y abatir a Joseph Kony en una selva pantanosa del tamaño de media Europa, e intentar regresar con vida.”

Este entretenido y vibrante libro de aventuras está dividido en tres historias cuyas lecturas se van intercalando. Son totalmente independientes y en ningún momento se cruzan, pero se complementan entre ellas, ya que tratan temas relacionados. Las tres juntas componen una denuncia de las “motivaciones” de las guerrillas y la inestabilidad en los países del África central sin dejar por ello de ser un libro muy divertido de leer.

En el estilo habitual de Vázquez-Figueroa, encontramos una novela de acción bastante adictiva, ambientada en una África que el autor conoce bien -se ha criado en ella- que sirve de vehículo para denunciar diferentes aspectos de la deplorable y lastimosa situación del continente.

La primera historia es la que está en el resumen. En ella se nos cuenta como Román Balanegra y su compañero van en busca del Señor de la Guerra con la intención de eliminarlo. Esta parte es pura acción. Vemos como los dos cazadores se internan en la selva y pasan mil penurias con el objetivo de cumplir su misión. En ningún momento pierden un humor socarrón con el que intentan alejar al miedo y aprovechan para quejarse de las burradas que el hombre blanco ha hecho a África y las burradas que el hombre negro ha hecho a sus compatriotas. La acción transcurre con mucha agilidad, volviéndose absorbente y adictiva. Con mucho, la mejor historia del libro. Los dos personajes no son más que dos tipos duros que van muy sobrados, pero ello no impide que tengan un buen nivel de carisma.

La segunda historia está protagonizada por Orquídea Karnac, hija del mayor traficante de armas del mundo. Ha sido criada entre algodones en el mejor paraíso que el dinero puede comprar. La repentina muerte de su padre le obligará a tomar una serie de decisiones si es que desea continuar viviendo encerrada en su paraíso. Por ello, no tendrá otra opción que seguir con el negocio familiar. Las pocas dudas éticas que le quedaban desaparecen una vez se da cuenta del dinero que puede llegar a ganar, ya que, después de todo, si ella no hace de traficante otros lo harán. Y ya puestos ¿por qué desaprovechar el dinero?
Aunque pululan otros personajes alrededor, ninguno goza de demasiada importancia. El protagonismo recae totalmente en el detestable personaje de Orquídea y viene a servir de ejemplo de las motivaciones que pueden tener los traficantes para “hacer su trabajo” mercadeando con la muerte.

Finalmente, los protagonistas de la última historia -mucho más corta- son los eurodiputados que encargan el trabajo a Balanegra. En sus secciones van teniendo reuniones privadas de trabajo donde debaten sobre su labor en el Parlamento. El autor los utiliza para denunciar varias cosas: la situación del África Central, el tráfico de Coltan y de armas, la pasividad de las grandes potencias y el mastodonte burocrático que supone el Parlamento Europeo. Todos ellos coinciden en que vinieron para intentar hacer un mundo mejor y se encontraron capas y capas de papeleo que ralentizaban cualquier tipo de actuación. Es con diferencia la peor de las historias, ya que no hay ninguna trama ni ningún desarrollo de personajes, pudiéndose hacer pesada en algunos momentos. Su existencia se puede entender ya que el autor quiere dar un aura de “oficialidad” y “trascendencia” a sus denuncias y qué mejor que el “todopoderoso” Parlamento Europeo para ello.

Aunque el resultado en conjunto es satisfactorio, el libro resulta algo irregular. Las tres historias van intercalándose a lo largo de las páginas, pero no se cruzan. Este hecho, unido a la diferencia de interés que generan las distintas historias provoca muchos problemas de ritmo e intensidad. Además, al estar intercaladas, en todo momento se busca el nexo o punto de unión típico en estos casos, sin que éste exista.

Aunque me hubiera gustado más encontrar las tres historias seguidas y sin que se interrumpieran unas a otras, las tres historias no dejan de ser entretenidas y la lectura del libro es muy ágil y adictiva, en la línea del autor.

Nota: 6
Nota anobii: 3.5/5

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