Título: El siciliano
Autor: Mario Puzo
Título original: The Sicilian
“Corre el año 1950. El
exilio de Michael Corleone en Palermo está a punto de acabar, y su padre, Don
Vito, le ha encomendado una misión: debe volver a América con un hombre que se
ha convertido en un mito popular, un forajido acosado por el Gobierno, las
clases altas y la Mafia. Su nombre es Salvatore Giuliano, un Robin Hood moderno
que, tras enfrentarse en su juventud a una patrulla de carabinieri, se vio forzado a refugiarse en las montañas. Desde allí lucha por su
patria y su gente, oprimida por la Cosa Nostra y la corrupción del Gobierno de
Roma. Ahora, en esta neblinosa tierra de montañas y ruinas antiguas, el destino
de Michael Corleone se verá hermanado con la leyenda de Salvatore Giuliano.”
Mario Puzo es el escritor de ese novelón que es El Padrino y tiene otras obras como El último Don y Omertà que no están pero que nada mal. Este libro que nos ocupa me
faltaba por leer y había ciertas ganas. La obra intenta funciona como una
suerte de secuela de El Padrino, intentando llenar una de las elipsis que hay en la historia -Qué hace Michael
en los dos años que está en Sicilia- juntándolo con la historia real del
forajido Salvatore Giuliano.
La propuesta parece interesante, ya que se trata de añadir
más historias a un universo -el de El
Padrino- bastante rico de por sí. Además, la idea de entroncarlo con una
historia real puede tener su gracia. Sin embargo, el resultado es flojísimo. La
novela parece hecha con las mismas ganas que las de relleno de Star Wars, con la diferencia que no
tiene siquiera la gracia que le pudiera dar su imaginería mafiosa. Mi impresión
es que Puzo tenía ésta historia a medio desarrollar y como “tocaba” publicar una
novela, cogió los apuntes que tenía, la acabó de llenar y la mandó a edición.
Si no es así, no entiendo TANTA diferencia de calidad.
A pesar de que los Corleone pasan por allí, la historia está
plenamente centrada en Giuliano. En un primer momento se te explica cómo se
convierte en forajido. A partir de allí, contemplamos una sucesión de saltos
temporales con diálogos sobre sus correrías que no parecen seguir un hilo
conductor y elegías sobre cómo el pueblo raso adora al bandido, pasando luego
a los planes de Michael Corleone para sacarlo de Sicilia, ya que su vida está en
peligro. La historia no tiene ninguna gracia, la estructura narrativa es
cuestionable y en ningún momento el libro se aprecia ese carisma maligno de la
Mafia.
Lo único que considero que está bien representado es la
vida en Sicilia en los 50. Encontramos un buen número de detalles folklóricos y
costumbristras que nos pintan con multitud de imágenes la dura vida de los
Sicilianos después de la IIGM -supongo que será medianamente verídico, eso lo
desconozco-. Sin embargo, a pesar de tener 400 páginas, apenas pasan cosas y
los personajes no están excesivamente desarrollados.
Salvatore Giuliano: Como buen Robin Hood moderno, es un
dechado de virtudes. Bueno, honesto con los suyos, leal, generoso, ingenuo…
Cualquier cualidad positiva que se pueda dar a un “bandido bueno” se le aplica
a Giuliano. Que luego no le importe cepillarse a veinte policías o provocar una
matanza en un pueblo de comunistas es irrelevante para el gran y bondadoso Giuliano.
Aspanu Pisciotta: Es el lugarteniente de Giuliano. Galán
seductor a pesar de su tuberculosis (¿), cruel, sanguinario, traidor, mentiroso…
No confía en nadie ni en nada y vendería a su madre sin dudarlo. Menos a
Giuliano. A pesar de despreciar a toda la humanidad, no respetar autoridad
alguna, renegar de cualquier juramento dado y asesinar con una alegría pasmosa,
es leal a Giuliano y le obedece en todo lo que le dice por alguna razón que no
se acaba de entender. Hay que reconocer que es una caracterización curiosa y
inusual en un personaje, creíble sobre todo….
Don Croce Malo: Gran nombre para el capo local de la Mafia. Yo no me fiaría de alguien que se llama así. Es un gran tragón que se ha hecho con el poder de todos los
clanes y cuya participación en la novela consiste en enterarse de todo lo que
pasa y hacer “nada”. Eso sí, lo hace con la solemnidad propia de su cargo,
claro.
Michael Corleone: A éste ya lo conocemos de El Padrino. Sin embargo… sale como en
unas 3-4 páginas del libro. Tiempo de sobras para participar en la historia.
La aparición de Michael parece producirse sólo para poder
decir que el libro está dentro de la saga y así darle un poco de valor extra,
porque su participación es totalmente irrelevante.
En resumen, es un libro bastante malo que se aprovecha de El Padrino para llamar un poco la atención.
Es bastante aburrido a pesar del tema que trata, los personajes están muy
forzados y en ningún momento invita a seguir leyendo. A menos que seáis fans acérrimos
del autor y queráis leeros todo lo que ha publicado, recomendaría que os
fueseis a por otro título.
Nota: 1