Manuale d'amore 2

Esperanzado por el inesperado soplo de frescura que supuso la primera Manuale d’Amore, acometí el visionado de esta película,esperando repetir las sensaciones de la primera parte. No podía prever que la segunda parte fuera a ser de tan ínfima calidad.

Como es norma en los Manuale d’Amore, la película está dividida en capítulos sólo relacionados en que tratan diferentes aspectos del amor. En Eros, un paralítico convaleciente se enamora de su fisioterapeuta. En Maternidad, una pareja que no puede tener hijos decide ir a Barcelona para someterse a una inseminación artificial. En Matrimonio, una pareja de homosexuales quiere casarse, pese a la oposición familiar, trasladándose a Barcelona, dónde el proceso es legal. Finalmente, en Extremo, una ninfómana española se traslada a Italia para buscar a su padre, teniendo relaciones con el hombre -mayor, casado, calvo y rechoncho- que la acoge.

La primera parte estaba basada en capítulos que destacaban por la cotidianeidad de los sucesos. Eran casos y momentos perfectamente reconocibles con los que todos nos podíamos sentir identificados, ayudado por unos actores que despedían sinceridad. En Manuale d’Amore 2 todos los episodios son absurdos e increíbles, presentando situaciones esperpénticas y personajes repletos de tópicos muy forzados, sin ningún rastro de la frescura de su primera parte. Los productores han decidido abusar de la gallina de los huevos de oro, han metido actores conocidos y han hecho ver que repetían el mismo esquema por dos duros para engañar a todo el que pudieran para que afloje y vea la película.

ACTORES: Si en la primera parte la mayoría de actores eran desconocidos y transmitian una candidez y una sinceridad carismática, aquí las caras bonitas conocidas no hacen otra cosa que lucir palmito y poner la chequera. Forzados y sobreactuados, no hay por dónde cogerlos.

DIRECTOR: Como se suele hacer, si la primera parte funciona, se repite esquema pero con más dinero y menos ganas. Ninguno de los capítulos tiene ritmo, ni permite identificarse con los personajes ni tiene el más mínimo gancho. Las imperfecciones están por todas partes y el esperpéntico guión no ayuda a que las historias no parezcan exageradamente escenificadas y poco creíbles. Lo único destacable es lo bien que desnuda a las dos actrices principales (Mónica Belluci y Elsa Pataki), que siempre alegra la vista.

GUIÓN: La historia no deja de ser una sucesión de situaciones ridículas y forzadas, con las que uno no se puede identificar, lo que convierte a esta película en una fallida comedia romántica. El exceso de estupidez y la irregularidad de los capítulos de provocarán una gran desilusión para el que espere ver algo parecido a la primera parte. Por otro lado, me resulta sorprendente cómo se pone a España como un lugar de libertades y progreso en comparación con la “retrógrada” Italia. No es algo con lo que esté acostumbrado.

En resumen, es un esperpento de película de dos horas que, disfrazada de comedia romántica, no ofrece más que estupideces y situaciones sin sentido. La gratuidad con la que desnuda a las actrices -y están bastante rato- es lo único destacable de la cinta (¡¡bufff!! ¡Que incentivo! ¬¬).

Nota: 1

Nota filmaffinity: 5.2

PD: Gran parte de la película pasa en Barcelona. Resulta curioso poder conocer dónde se ha rodado cada una de las escenas -más de una delante justo de mi casa- y así poder ver todos los “gazapos” cometidos en la cinta:

-          La clínica de inseminación es el Hospital del Mar, curiosamente al entrar enfocan al PRBB -el edificio de al lado, que es mucho más bonito-.

-          Luego se van a la suite del Hospital, que, si miras las vistas, no puede ser otra cosa que el Hotel Arts.

-          Prácticamente al salir aparecen en el Parque de la España Industrial, que está 1h caminando.

-          Cuando la pareja homosexual empieza a correr, lo hace en la Avenida Icaria, giran la esquina y aparecen en la catedral. ¡5km de distancia en un cambio de cámara oiga!

-          De la catedral aparecen en el ayuntamiento. Está al lado, sí, pero es que estaban corriendo en dirección contraria…

Las películas no suelen intentar ser realistas (ejem), por lo que no se lo vamos a criticar, pero bueno, no deja de hacer gracia poder darse cuenta de estos detalles.