lunes, 23 de abril de 2012

Los hijos de Húrin (JRR Tolkien)


Título: Los hijos de Húrin
Autor: J. R. R. Tolkien
Título original: Narn i Chîn Húrin (La historia de los hijos de Húrin)


Los hijos de Húrin es uno de los grandes relatos que fundamentan la historia de la Tierra Media y se sitúa en la Primera Edad, cuando elfos, hombres y enanos llevaban unos pocos siglos sobre la tierra. Junto con los amores de Beren y Lúthien, es la historia más mencinada en El Señor de los Anillos y en El Silmarillion como referente del heroísmo y la tragedia en la lucha contra el Mal en la Primera Edad, encarnado en la figura de Morgoth. Una historia trágica de amores imposibles, pasiones incomprendidas y guerras sin cuartel entre la Luz y la Oscuridad. Hombres, elfos, enanos, orcos y dragones luchan por el domino de la Tierra Media.”

La historia nos sitúa en la Primera Edad, muchos muchos años antes de El Señor de los Anillos, cuando Morgoth aún está en la Tierra Media, los humanos acaban de aparecer y Bárbol el Ent es apenas un retoño. Húrin es el más valiente de los humanos vivos, pero es capturado y torturado por Morgoth. Como Húrin no sucumbe al dolor y a la desesperación, Morgoth decide maldecir su estirpe, provocando que les persiga la fatalidad y el infortunio, obligando así a Húrin a contemplar la historia de sus hijos.

Este libro era uno de los que iba a formar parte originalmente del Quenta Silmarillion, pero Tolkien decidió dejarlo de lado cuando empezó a trabajar en El Señor de los Anillos. Dejó la historia (que en un principio iba a ser un poema épico de unos 40.000 versos) a medias y la olvidó durante años. Tiempo después, ya anciano retomó la historia y la reescribió en prosa, añadiendo partes, quitando otras… Pero no llegó a acabarla antes de morir, quedando en suspenso.
Tras su muerte, Christopher Tolkien (hijo de), empezó a rebuscar entre los apuntes y demás cosas inacabadas que había dejado su padre y, haciendo trabajo de “editor” publicó algunas historias que no quedaron del todo acabadas, como fueron La Traición de Isengard, Los Cuentos Inconclusos o la más reciente Los hijos de Húrin. En estos libros póstumos se ha discutido mucho cuanto de Christopher -¿Qué quedo escrito y cuánto es inventado?- hay en cada una de las historias, que son más bien irregulares. Por suerte, en ésta Tolkien padre dejó bastante trabajo hecho y, en la parte no definitiva, había dejado indicado punto por punto lo que debía pasar, por lo que el resultado es altamente satisfactorio.

Para este libro ya quedó mucho escrito, por lo que no se notan muchos saltos de calidad y de estilo a lo largo de su narración (hay una cierta elipsis que denota alguna parte que quedó sin acabar originalmente, cosa que confirman en la nota del autor). En los Hijos de Húrin se puede encontrar ese magnífico tono lírico y místico de las grandes historias que hay en el Silmarillion (no olvidemos que originalmente, iba a estar incluido en el compendio), con los toques épicos que se esperan de Tolkien. Por otro lado, el relato es mucho más corto de lo habitual en Tolkien y se puede aducir que la historia es “menor” comparado con la Gran Historia que hay alrededor.

El personaje sobre el que gira la historia es Turín, hijo de Húrin. Es un soberbio luchador, tal como fue su padre, pero tiene la mala suerte de atraer la desgracia allá donde pasa. Gracias a sus cualidades de liderazgo y su enorme carisma, asciende a los puestos de mando en cada lugar que le acoge, para a continuación caer víctima de la desdicha y el infortunio, preso de su destino. Realiza grandes esfuerzos para esquivar su hado, pero son justamente esos esfuerzos los que le llevan a cumplir con él, conformando así una tragedia muy bien trenzada.

La otra hija de Húrin es Nërwen, que se queda con su madre mientras su hermano va a la guerra. Debe sufrir pacientemente todas las desdichas de su hermano, mientras emigra de un lugar a otro, huyendo de cada una de las batallas. Es el ejemplo de personaje inválido y sufridor. Su destino le impone contemplar con dolor cómo va perdiendo a todos sus seres queridos. Trágico (y bellamente tratado).

No es un libro que recomendaría para empezar con el autor, ya que el relato necesita de una cierta cantidad de conocimientos del universo de la Tierra Media para poder ser apreciado correctamente y no sentirse perdido. (La idea sería empezar por El Hobbit y, si te gusta, ir a por el Señor de los Anillos y El Silmarillion, dejando el resto para quién quiera profundizar en las mágicas historias de la Tierra Media). Es totalmente un libro para fans de Tolkien que encontrarán en él toda la magia de los Grandes Relatos con una historia trágica de guerra y pérdida.

Nota: 6

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