miércoles, 30 de noviembre de 2011

Asesinos de élite


Los fans del cine de acción sin sentido han pasado muchos años disfrutando de las andanzas de Van Damme, Seagal, Norris… Pero la edad hace mella y algunos de ellos ya no están para muchos trotes. Era obvio que, con el tiempo, iba a aparecer algún sustituto para coger el testigo y hacer películas de acción sin más sentido que el de pegar unos buenos sopapos y una ensalada de tiros. Pues bien amigos, el sustituto ha llegado. Estamos hablando de Jason Statham.



En este caso, la excusa radica en que Statham es el mejor asesino a sueldo del mundo, pero se ha retirado para disfrutar de la vida (y de su rubia). Lamentablemente para los malos, debe volver a actuar para salvar a su antiguo compañero. Para ello deberá matar a tres miembros de las fuerzas de élite de las SAS mientras que un “agente contraterrorista” lo persigue.

Sí, el argumento es peregrino y previsible, pero bueno, estamos hablando de un mata-mata sin sentido en toda regla. No se necesitan más motivos para ponerse a disparar.

ACTORES: En la portada vemos a dos actores de relumbrón -deNiro y Owen- que nos invitan a pensar que la película pueda a valer la pena. Sin embargo, el film no intenta en ningún momento sacar partido de ello. Es una película realizada y dedicada para el lucimiento de Statham, en la que tiene todo el protagonismo y en la que nos deleita con su gran arsenal de caras y gestos: Statham serio, Statham enfadado, Statham repartiendo leña, Statham disparando, Statham matando… -Si no eres capaz de distinguirlos, mal vas-. A su alrededor, un Owen y un deNiro que no se sabe muy bien que hacen alrededor -aparte de servir de reclamos para el público-, un par de secuaces prescindibles y un montón de secundarios que no tienen otra cosa que hacer que saber morir en pantalla.

DIRECTOR: McKendry debuta con este engendro de película, haciendo lo que quizás es más fácil. Buscar la mejor pose posible para un tío que se dedica a repartir estopa durante toda la película. El guión tiene un buen número de incoherencias, las escenas de no-acción no tienen demasiado sentido y la dirección es bastante torpe. Hay bastantes escenas totalmente innecesarias y otras excesivamente adornadas. Todo ello provoca que la película haga huir rápidamente a todo aquel que no sea fan acérrimo de los mamporros. Las escenas de acción son correctas aunque algo escasas en número y las persecuciones no acaban de estar logradas, siendo demasiado cortas y faltas de emoción, pero hay que reconocer que ambas cumplen para entretener. Destacaría la pelea encima de la silla, muy lograda y emocionante-y fantasma-.

GUIÓN: La película es un pequeño compendio de los clichés típicos de estas películas: protagonistas envueltos en una trama dentro de una trama que no se explica ni tiene sentido -ni importa-, una novia inocente y angelical que, por supuesto, no sabe a que se dedica su hercúleo y esquivo novio, amistad y lealtad para con sus amigos e indiferencia total para matar al resto del mundo.
Es curioso como intenta añadir una pizca de sal a la mezcla añadiendo unos cuantos elementos de cine de espías a una película de mamporro limpio, pero la gran cantidad de incoherencias y agujeros en el guión hace que se quede en un “quiero y no puedo” entre los dos géneros. Éste es el mayor error del film, pues la divergencia de ritmos entre los dos formatos provoca irregularidades insalvables y hace que sea peor que muchas películas del género.

Entre las iluminaciones, destacaría:

-Una historia de amor metida con calzador (aunque la rubia tampoco está nada mal en su escaso papelito...)
- Las peleas entre Owen y Statham que no se las cree ni un niño de 3 años, a veces con un par de golpes dejan inconsciente a un hombre y otras veces golpes y lesiones que dejarían KO a cualquier ser humano al momento, no tienen ningún efecto.
-Escenas como las de la mujer que ve a Statham agarrado colgando del vacio, y él la amenaza con una pistola para que no grite, y la mujer grita... o es retrasada o estaba deseando que la mataran. 
-Nuestro protagonista, después de pasar bastantes minutos a puñetazo limpio, con lanzamiento de objetos de todo tipo, es atado a una silla donde le siguen golpeando, él sigue peleando en la silla, y a continuación salta por una ventana (atado a la silla) desde una considerable altura para caer sobre el techo de un camión y salir de todo esto sin apenas un rasguño y sin despeinarse. Igual no eran asesinos de elite, ¡sino de goma!. 

Aunque el intento de mezclar géneros no acaba de quedar bien, el resultado es una película mala, pero relativamente entretenidilla, con las acertadas dosis de adrenalina para hacer disfrutar a los habitualmente poco exigentes aficionados del género, en la que Statham hace gala de todas sus artes para postularse como acertado sustituto de Van Damme o Seagal en el pedestal de maestro del cine de acción sin sustancia. 

No digo que me haya aburrido, sino que la película es lo que es. Es de estas en las que empiezan a volar ostias y a los malos se les pone cara de aeropuerto.

Nota: 2
Nota filmaffiniy: 5.2

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