domingo, 21 de agosto de 2011

Super 8


Esta película hace volver por un tiempo a inicios de los 80, donde brotaron una serie de películas de casi todos los géneros –en especial la aventura- que destacaban por una cosa: la imaginación. Películas como ET, Los Goonies, Indiana Jones, La historia interminable… que dejaron a toda una generación marcada. Este film es un pequeño retorno a esa época, un pequeño homenaje a esa tierna manera de hacer cine, que se hacía con cariño y pasión por este transporte a la fantasía.


La historia nos devuelve a 1979, donde un grupo de niños con una imaginación desmedida y ese extraño amor hacia ese proceso de creación que es el cine –en el que el propio Spielberg y a bien seguro Abrams se ven fielmente reflejados- están intentando rodar una película con pocos medios, mucha ilusión y muchas ganas. Mientras ruedan en un apeadero abandonado, son testigos de un accidente ferroviario. Este accidente es el inicio de una serie de inesperados sucesos que trastocarán la vida de la pequeña ciudad donde viven.

Al principio la película sigue a los niños y sus correrías. Una vez pasado el accidente, se es consciente de que “algo” ha escapado, añadiendo un punto de tensión. Todo es igual de idílico, pero hay algo diferente, esa pequeña falta que indica que hay algo que no funciona en un ambiente “perfecto”. A partir de ahí, aparecerán los militares para arreglar todo, estropeándolo aún más. Ajenos a ello, los niños intentan por todos los medios acabar lo único que da sentido a sus vidas: su película de zombies.

ACTORES: Normalmente los niños suelen estar bastante fuera de sitio en las películas, sin embargo en ésta se muestran más que correctos. Destacar a Elle Fanning, con tanta calidad (o más) que su hermana mayor que roba todas las escenas. En los adultos no habría nadie a quién destacar, con una discreta corrección agradecida. Por lo que me he enterado (y se ve viendo el trailer en castellano), las voces de la traducción de los niños son realmente repipis y odiosas. ¡Ay, cuanto daño hace una mala traducción!

DIRECTOR: ¿qué se puede decir de Abrams que no se haya dicho? El archiconocido director de Lost y otras buenas cosas sabe bien construir escenas y transmitir esa incorrecta corrección en el ambiente. Es de reconocer un magnífico trabajo de ambientación, con muchas referencias a la actualidad para poder comparar las épocas –el Walkman, los tres días de espera para ver lo rodado-. La capacidad de Abrams de hacer las cosas bien se ve en algunas escenas magníficas como el accidente del tren, la evacuación o la batalla en el pueblo. No son escenas fáciles y se queda a gusto con ellas. Sorprende la cantidad de objetos que llega a haber en pantalla y sorprende que a la mayoría de ellos se estén moviendo y/o haciendo “algo”, cosa atípica en escenas tan complejas. Luego, el desarrollo de la historia es bueno durante casi todo el metraje, aunque el final no deja de ser el típico de Abrams que deja un poco de mal sabor de boca. Los efectos especiales, sin ser apabullantes, son correctos. No es una película que abuse de ellos, pero no desentonan cuando aparecen. Me hace especial gracia el esconder de esa manera al monstruo, a la manera de Tiburón, insinuando su presencia, pero sin enseñártelo del todo…

GUIÓN: A pesar de los militares, los protagonistas de la película son los niños y no se deja de ver todo a través de sus ojos. Por ello, lo que se podía aprovechar para hacer un festival de fuegos artificiales o un debate ético sobre el trato al diferente –cosas que pasan más bien de puntillas- se transforma en una aventura en la que los niños son absolutos protagonistas, cosa que no siempre agrada. El guión, si bien despliega una ternura destacable hacia una época, peca de falta de fuerza o de poca voluntad de trascendencia. No obstante, hay que reconocer que es muy redondo. En él, todas las escenas tienen un significado, no se ven diálogos incoherentes y se dota sorprendentemente de carácter a todos los personajes. Las interacciones entre los mismos, especialmente los niños, están muy bien resueltas y son “realistas” dentro de lo posible -esto es quizás lo que más me gusta de la película, ese buen rollo que impera en el grupo de niños. Me sorprende lo bien conseguido que está- En resumen, es un guión muy trabajado y muy pensado al que sólo le falla el final, pero cada vez tengo más claro que Abrams tiene un problema con ellos.

Evidentemente, no hay que esperar una película épica, con acción o profundidad. Es un caramelito delicioso, muy tierno y blandito –pero sin exceso de edulcorante-. Ante todo la película no deja de ser un homenaje a su productor –que no deja de ser quién paga-, con lo que no se puede esperar crueldad o violencia, sino simpatía e imaginación. Se imita  deliberadamente el estilo de Spielberg en muchos momentos, con muchas escenas que referencian a mitos como ET o Encuentros en la tercera fase. Si te gustaron esas películas hechas con mimo y amor en los 80, esos Indiana Jones, Goonies… está agradable propuesta te hará gracia y te recordará esa época en que las pelis para niños no eran tan para niños y se podía ir al cine a soñar con una realidad diferente, que hacía volar la imaginación y excitaba las ganas de crear.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.8

El detallito de los créditos es tremendamente gracioso: La película que los chavales han estado rodando, acabada. Cutre cutre, pero hecha con muchas ganas, como deben hacerse las cosas. 

1 comentario:

  1. De nuevo estoy de acuerdo contigo!! A mi me hizo recordar mi infancia....Goonies, encuentros en la tercera fase, ET, incluso a mi Amigo Mac.
    Muy tierna y me reí un buen rato con algunas escenas que me trajeron recuerdos de mi infancia.

    PAM

    www.pamyland.com/pam (bisutería personalizada y mucho más para regalar)

    ResponderEliminar