jueves, 9 de junio de 2011

Che: El argentino

“Che: el argentino” es la primera parte de un biopic dirigido por el siempre eficaz Soderbergh en torno a una de las figuras más míticas del siglo XX: el guerrillero y revolucionario Che Guevara.
           
La película narra el inicio de la revolución, desde que ésta estalla hasta que triunfan en la Habana, derrocando a Batista. Huye de ensalzamientos y de ridiculizaciones. Desconozco la historia “real” de la Revolución Cubana, sus motivaciones y hechos importantes, pero se debe reconocer que la película consigue una sensación de seriedad y realismo importantes. No sé cuánto de cierto hay, pero no da la impresión de ser un panfleto, ni modo.
Como eje central, se usa la conferencia que un Che ya triunfante da en las Naciones Unidas (dónde labra ese Patria o muerte tan característico), mezclándolo con una serie de flashbacks dónde te van contando como avanza la revolución, desde que empiezan los disturbios hasta que los rebeldes toman la capital de Cuba.

ACTORES: Benicio del Toro está espectacular como el Che. El trabajo de inmersión en el personaje es muy bueno. A partir de las imágenes que se tienen grabadas de él, reconstruye a la persona con una verosimilitud inesperada. El acercamiento al personaje histórico es impresionante, llena la pantalla el solito. Igualmente, Bichir realiza también una versión de Fidel Castro digna de mención, con todos los dejes y la manera de hablar tan particular de Fidel muy bien conseguida. En cuanto al resto de personajes, entre que el guión no les deja mucho espacio y tampoco se esfuerzan mucho, resultan pues muy desdibujados.

 DIRECTOR: Reconozco que al empezar la película me esperaba un panfleto hagiográfico o desmitificador (una u otra). Resulta que la película está narrada en un tono documental muy neutro, con un énfasis en dar a entender que lo que se te enseña es la verdad, intentando ser lo más objetivo posible. No sé hasta que punto han mantenido la veracidad, pero la impresión de corrección histórica está muy bien conseguida. Por otro lado, se echa en falta un poco más de tratamiento psicológico al personaje del Che, vemos sus acciones (buenas y malas), pero apenas en ningún momento vemos sus motivaciones y sus miedos. La construcción de escenas es correcta, sin lucimientos, incluyendo un abuso de exteriores (siempre más complicados) bien realizados, con una fotografía muy bonita.

GUIÓN: Aquí es donde podríamos quejarnos más. En ningún momento podemos hablar de incongruencias o errores. El guión es redondo, no tiene fisuras, y el acercamiento que hace a la figura –remarcar que queda la 2º parte ya que la película se ha concebido como una única versión de 4h30min- da una loable sensación de realismo. El enfoque de la historia, girando continuamente en torno a su entrevista-conferencia en Nueva York contribuye aún más a este hecho.  Sin embargo, a la película le falta chicha como tal. Es muy lenta, el ritmo es exageradamente pausado, con una lentitud al narrar que busca dar tiempo a contemplar y pensar, pero acaba causando que el tono documental en que está todo contado resulte muy frío en algunos momentos, por no decir aburrido. No hay una trama, sino una simple sucesión de hechos a los que cuesta engancharse y querer seguir viendo. Muchas cosas quedan sin explicación –aunque con algo de información exterior, se puede comprender fácilmente qué ocurre- y el final está deliberadamente truncado para la segunda parte.

Como “biografía”, la película tiene la enorme virtud de ser distante respecto al biografiado, seca, desapasionada..., lo que le otorga seriedad y credibilidad. El retrato del Ché que nos ofrece Steven Soderberg no pierde el aura mítica que caracteriza al personaje, pero tampoco maquilla sus sombras y sus contradicciones -entre otras cosas, queda bien claro que Ché no tiene la menor duda en defender la lucha armada como manera de solucionar conflictos políticos. Pero bueno, puestos a entender sus motivaciones,  tenemos “Diarios de motocicleta”, que es más entretenida y ahonda más en la psicología del Che.
Para concluir, la película –media película para ser correctos- está bien hecha. Hay buenos actores, un trabajo digno de dirección y un guión sin fallos. A pesar de todo ello, es un peñazo. Sin ritmo y una trama que ayude a seguirla, es necesario un esfuerzo para estar atento a la misma y poder disfrutarla cómo se merecería.


A ver si la segunda parte –lo que hace el Ché desde que sube al poder hasta que muere- tiene algo más de atractivo.

Nota: 5
Nota Filmaffinity: 6.6

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