martes, 12 de abril de 2011

Ángeles y Demonios

¿Qué se puede esperar de una película basada en el best-seller del deliberadamente ignorante Dan Brown (aunque aquí se lo currara un poco más que en "El Código da Vinci")? Una historia increíblemente inverosímil, pero apta para ese público que dice no cree ya en nada pero conserva un morboso atractivo por lo cristiano y en especial por lo católico.

Se explica: con el protestantismo se puede hacer muy poco teatro, porque es como esquemático. ¿Pero se imaginan Roma? San Pedro, Rafael, Bernini, Castello Sant'Angelo, la Capilla Sixtina... Sólo rodar un Roma ya es un espectáculo para la vista... Además el Cónclave, las fumatas.... Está casi todo hecho...¡Carnaza y espectáculo a raudales, oiga!

Pero claro, la historia de un Supercamerlengo que pilota un helicóptero y consigue salir ileso de una explosión de antimateria es la mayor idiotez que yo he visto en muchos años. Yo le hubiera dado un uno, pero conozco muy bien Roma, y sólo ver de nuevo el Panteón, Piazza Navona, la Santa Teresa de Bernini, Santa María del Popolo... solo verlo me ha hecho generoso.

De los actores no hablo, porque ya es un castigo interpretar un guión tan necio.
En resumen: si nos ponemos en plan de crítico de cine...¡qué verdadera mierda!

Eso sí, si apagamos el cerebro un rato y dejamos que nos entretenga, pues lo consigue decentemente. A pesar de tener un guión muy malo, Ron Howard nos entretiene con un thriller bastante movidito (y fantasioso) que, unido al carisma de los actores, sirve para mantenerte dos horitas medianamente entretenidas.

Me parece curioso que el libro “Ángeles y demonios” está escrito antes que “el Código da Vinci”, y por tanto, ocurre antes. En cambio, en la película, es al revés. Un chiste más que añadir a este entretenido thriller de calidad mas bien discutible. Podría estar mucho peor, pero Howard consigue sacar algo entretenido de dónde no había nada que rascar.

Nota: 3
Nota Filmaffinity: 6.1

No hay comentarios:

Publicar un comentario